El Lado Oscuro De El Mundo.

Capítulo 5

LUKA.

Bajé tomada de la mano de mi padre y cuando los asistentes nos observaron los aplausos y vitores no se hicieron esperar. Fuí rodeada de personas desconocidas y unas muy pocas conocidas para ser felicitada por mi cumpleaños y por ser "tan hermosa". Dejé de prestarle atención a las personas para observar un poco el panorama que nos rodeaba.

No duré mucho tiempo haciéndolo pues mi padre en compañía de mi madre se acercó el escenario y sonando una copa llamó la atención de todos.

- Cómo todos saben, hoy es una fecha muy importante, pues hoy uno de nuestros más grandes orgullos está entrando a una nueva etapa de su vida.

- Nuestra hermosa Luka hoy cumple 17 años, acercándose cada día más a ser una adulta y descubriendo nuevas cosas sobre sí misma. Te deseamos lo mejor, princesa. Sabemos que serás excelente en todo lo que hagas y cuando no lo seas, estaremos ahí para apoyarte. Felíz cumpleaños, mi amor.

- Y ahora, ¡Un brindis por Luka!.- finalizó mi padre alzando su copa con el resto de los invitados imitando su acción.

El salón se veía completamente diferente de cómo estaba antes, sus paredes sobrias y monocromáticas habían sido revestidas de hermosas decoraciones en tonos negros y azules. Del techo colgaba un hermoso candelabro de cristal con pequeñas mariposas en las terminaciones. En las columnas habían pequeños árboles de cerezo florecidos, dando un hermoso contraste con los todos oscuros que predominaban en el resto de la decoración. El resto del techo del salón estaba conformado por telas vaporosas de diferentes colores que daban la ilusión que una galaxia, pues tenían pequeños brillos simulando las estrellas. Continué avanzando hasta el centro, siempre en compañía de mi padre. Seguía absorta en mis pensamientos que no me dí cuenta que mi padre se había alejado con algunos de sus amigos y ahora me encontraba sola en el centro del gran salón. Me sentí observada, sentía una mirada puesta sobre mí, pero dejaba una sensación inquietante, tanto que hizo que mi cuerpo entero se erizara.

Algo incomoda por la sensación, decidí moverme y me dirigí hacia la mesa de bocadillos y me servirí una copa de refresco de manzana, dí el primer trago cuando sentí que una mano se envolvía en mi antebrazo, roté mi cuerpo y me encontré con los rostros sonrientes de Niko y Viktor. Coloqué la copa sobre la mesa y se acercaron a envolverme en un abrazo empalagoso.

Se alejaron de mí y el primero en hablar fué Niko.

-Feliz cumpleaños, Luka.- De su bolsillo sacó una cajita pequeña color dorado y me la extendió.- No lo habrás aún, no es el momento.

-Feliz cumpleaños, hermana. Te deseo lo mejor.- Viktor me abrazó nuevamente y de su espalda sacó una caja un poco más grande que su mano y me la entregó.- El mío puedes abrirlo ya.- Lo hubiera dejado para después, pero mi curiosidad no me lo permitió. Destapé la caja con cuidado y observé un libro, pero no cualquier libro. Era el libro "Cien años de soledad"  de Gabriel García Márquez. De los primeros libros que leí cuando era niña.

Iba a agradecer a mi hermano por el hermoso regalo cuando mis ojos se encontraron con una mirada verdosa y burlesca. Continuó avanzando hacia mí hasta posicionarse detrás de mis hermanos, carraspeó falsamente lo que llamó la atención de Niko y Viktor.

- Buenas noches caballeros y señorita.- saludó formalmente.

-Buenas noches.- contestaron mis hermanos sin muchas ganas de hacerlo, de lejos se podría notar que Sean no es de su agrado.- Iremos a saludar a los invitados, nos vemos luego.- se excusó Niko y dieron media vuelta para alejarse.

- Y bien, ¿Qué te parece lo que hice, cerecita?.- preguntó directamente.

- Pues no está mal, pero he visto mejores.- hablé desinteresadamente mientras miraba mis uñas. Pero mentía, había hecho un trabajo excelente al haber organizado tan bien en sólo una semana un evento muy importante. Porque sí, para nuestra gente mi cumpleaños era muy importante. Ahora entiendo el porqué se esmeraban cada año en celebrar mi cumpleaños.