Capítulo 7 - Lights are on

5.1K 613 1.3K
                                    

Miércoles 26 de Octubre

Tal como era de esperar, Gustabo no tarda en ser readmitido en el CNP y con ello, tanto la comisaría como el día a día de Conway vuelven a la normalidad. O casi.

Porque por mucho que se esfuerce en ignorarlo, puede sentir los ojos de Gustabo sobre él constantemente. Se pregunta, de hecho, si siempre ha sido así y es simplemente ahora, bajo ciertas premisas, que se ha dado cuenta o si por el contrario es una particularidad suya nueva.

Una particularidad como las que él mismo tiene, esa capacidad de revivir momentos en cualquier instante y lugar, tergiversados por su mente —o interpretados— más influenciados por cómo se sentía mientras ocurrían que por lo que ocurrió en realidad.

Porque se acuerda de la noche anterior y de algunas noches antes. Se acuerda de Gustabo robando una rosa de la basura y atesorándola como si fuera de gran valor; de Gustabo en pijama en su casa, descorazonado, diciendo '¿Tan malo sería?'; y de la presencia de Gustabo a su lado en el muelle —sobre las rocas y con la marea baja— y del olor embriagador a mar. Y se acuerda de Gustabo abrazándole con fuerza y pidiéndole que no se quitara la vida esa noche en un susurro tan perforante como una bala.

El mismo capullo que observa ahora menospreciar a un civil aleatorio en la sala de espera de comisaría, bajo una identidad falsa pero útil. Es complicado casar dos personalidades tan distintas y a la vez tan similares, asumir que Gustabo —el de siempre, el capullo integral— está enam– interesado en él, de manera romántica, y se preocupa por él. Que Conway ocupa un lugar amplio en su mente en el día a día, y no le percibe como el resto de la población con la que suele estar en contacto. Que probablemente piense en él incluso fuera de servicio. Incluso antes de acostarse. Es abrumador.

Cada encuentro entre ellos se tinta de un cáliz incómodo, una tensión palpable y una curiosidad latente. '¿Qué coño ve en mí este tío?' se pregunta Conway, cada vez que atrapa sus pupilas sobre él antes de que Gustabo pueda apartar la mirada como un adolescente encaprichado.

¿La peor parte? Le produce cierta ternura, una ternura que no sabe explicar porque le cuesta asociarla a un hombre, pero no puede negárselo a su psique.

'Me parece... un tío interesante, qué quiere que le diga'

Las palabras de Gustabo se repiten en su mente mientras da vueltas al café, distraído. Puede llegar a entender que una figura tan notoria como él despierte cierto interés, después de todo, ha vivido mucho, y toda la ciudad le teme de una manera u otra. Alguien como Gustabo, tan ávido de poder, tan ambicioso...

'Es casi natural, es simplemente algo que casi estaba predestinado, supongo' piensa, cambiando de postura incómodamente, como si su incomodidad fuese física y no su propia mente poniéndose la zancadilla para excusar el nudo cálido en su estómago.

Cuando llega la hora de fichar, se adelanta, porque puede y porque lleva todo el día rehuyendo a Horacio como ha podido, mandándole a patrullar con Volkov por una vez —sabiendo que con ello no obtendría ninguna queja al respecto—, para poder trazar un plan con Gustabo. Una versión creíble, lógica y legal sobre su despido y rápida e inusual reincorporación. Horacio aún no le ha preguntado, pero lo hará, porque le conoce lo suficiente. De hecho, es probable que ya haya intentado averiguarlo por parte de Gustabo. Sólo espera que no le haya dado ninguna respuesta demasiado cerrada.

Conway se coloca la chaqueta del traje y sale al aparcamiento a fumar, colocándose contra la pared para no ser excesivamente visible. ¿De qué le serviría haber mandado a Horacio con Volkov entonces, si ahora se lo cruzase al salir?

Da una profunda calada y saca el móvil del bolsillo, ojeando la aplicación. Se pregunta si debería hablar a Gustabo a través de ella o por mensaje, como hacía antes de que su vida diera un giro de trescientos sesenta grados. Se pregunta, de hecho, si la conversación cambiaría de tono dependiendo de dónde se realizase, como si Gustabo fuese a seguir pretendiendo ser Genobeba, como si el hecho de hablar por esa aplicación favoreciese el secretismo de sus... encuentros.

Of Curiosity, Chance & CausalityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora