☕Goddess with cocoa hair☕

El placer del odio (🔞)

-Narrador Omnisciente-

Las dos amantes iban subiendo las escaleras del salón hacia el cuarto de la dominicana, besandose con desesperación intentando no caerse por las escaleras mientras subían.

—¿Que pasa si no quiero hacerte mía esta noche?, Blight—Decía la dominicana, mirando a su compañera entre jadeos, intentando abrir la puerta de su habitación de espaldas mientras seguían besándose.

—Pues voy a hacer que quieras.

Al conseguir entrar a la habitación, y cerrar la puerta con pestillo por si la madre de la morena llegaba a la casa en algún momento, la ya dicha acorrala a la teñida contra la puerta cargándola y agarrandola por los muslos para que no se caiga, mientras sus besos cada ves se tornaban más pasionales y calientes. La anfitriona empezó a a besar y morder suavemente el cuello palido de la chica que tenía a su merced.

—Oh Dios...Te odio, te odio, te odio tanto...A-Ah!

Los gemidos se escuchaan por toda la habitación mientras la pelicastaña baja sus besos y mordidas del cuello a los hombros. La ojiambar se empieza a desesperar al querer que la chica que la tenía contra la puerta la hiciese suya en ese mismo momento.

—¡Luz!...Luz, por favor, por favor, me va a dar algo como no tengamos sexo ahora mismo. Se me va a subir la tensión.

—¿La niña mimada está perdiendo la paciencia tan pronto? Tendré que cumplir su capricho para que no empiece a llorar.

Ella la tumba en la cama mientras se pone entres sus piernas, con las manos dentro de la falda que traia esta.

—¿Te pusiste esto para mí? Que considerada.

Lo que sorprendió a la chica que esta tumbada fue los manoseos cerca de su parte intima, retando de quitar su ropa interior.

—¡O-Oh mierda! ¿¡Porqué me castigas de está mane...!? ¡M-Mmm!—Antes de que termine de hablar, la de tez oscura le tapa la boca con su mano izquierda mientras que la derecha sigue jugando debajo de la falda.

—¿Piensas que voy a ser gentil? No, vamos a hacerlo a mi modo, Amity.

Tras decir esto, quita lentamente su ropa interior bastante mojada, aún con la mano izquierda tapando la boca de la más baja mientras está se retuerce.

—Bien...¿Debería meter 1 o 2? O quizás 3. Mejor debería meter mi lengua...¿Verdad, Amity?

Sin esperar respuesta, quita su mano izquierda de la boca de ella y empieza a estimularla con el dedo pulgar de la mano derecha mientras abre mas sus piernas.

—¡Luz, Luz, Luz! ¡Mierda, más rápido!

—¿Como se dice?

—Po-Porfa...¡Ah!

—Buena chica.

Los movimientos de su pulgar se vuelven mas rápidos al igual que los gemidos de la chica tumbada. Cualquier persona que estuviese caminando cerca de esa casa pensaría que están mandando a alguien.

—¡Luz, como no metas de un vez algún dedo y te voy a golpear muy fuerte!

—Tus deseos son órdenes.

Acata su orden sin protestar y mete 3 de sus dedos dentro de ella, a lo que responde con gemidos y jadeos de dolor y placer que llenan toda una la habitación.

—¡Mu-Muevelos, muevelos!

—Preferiría que te movieras tu, pequeña

Con vergüenza, se empieza a mover lentamente, pero al momento aumenta la velocidad{...}Tras unos minutos de movimiento constante, la Bligth siente un cosquilleo en toda la columna vertebral, ha llegado al clímax. Se corre en los dedos de la morena, exausta. A lo que la dominicana saca sus dedos lentamente

—¡Mmmgh!...Uf, uf, uf...Wow...Esto es mejor que mis propios dedos, imaginando que son los tuyos, mil veces...

—¿Te has tocado pensando en mi, Blight?

—Más veces de las que podría contar.

Ambas se ríen y se tapan con las sábanas, preparadas para dormir, abrazadas la una de la otra.