La vida solo es una, podemos disfrutar de ella todo lo que deseamos pero la maldad del mundo puede llegar a acabarla en un instante, quedando en el limbo entre la vida y la muerte, deseando tener la oportunidad de vengarte de aquel que apagó la llam...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las Vegas-2013.
Las Vegas, ¿quién no conoce ese lugar de perdición y adicción?, incluso en las películas siempre se habla de ello o simplemente hay alguna referencia de aquel lugar, diversión, apuestas, alcohol, sexo, drogas...muerte, mi lugar de muerte. No sé exactamente en que momento pasó por mi cabeza ir a ese lugar al cumplir los 18, me lo hacían sonar tan espectacular que inconscientemente se me plantó la semilla de la curiosidad y terminé yendo allí, con dos completos extraños que fingieron ser mis amigos y vecinos.
Bien mamá me dijo que no confiara en ellos ¿y qué terminé haciendo?, confiar en ellos.
Graduarme fue un momento normal, no tenía casi amigos a causa de que les encantaba burlarse de mi por mi manera física de ser, porque ¡vamos!, no todas las mujeres son perfectas, algunas son altas, bajas, delgadas, regordetas, robustas o muñecas barbie, aunque bueno...todo el mundo quiere a las chicas perfectas de su lado, obviamente ese no es mi caso. Bah, me estoy desviando del tema.
Dije...no, me prometí que no confiaría en nadie pero me miento a mi misma...y lo único que gané fue estar en la oscuridad. En fin, como todo adolescente, quise divertirme a escondidas o en contra de lo que digan mis padres, y si lo hice, no llegué a casa después de la fiesta de graduación, me escapé con aquellos chicos y viajamos toda la noche en carretera, los tres queríamos ir a la ciudad del Pecado, debí avisar debí haberme quedado, debí haberme despedido de mis padres, debí responder sus llamadas, debí decirle a mi madre que la amaba demasiado, debí decirle a mi padre que el era mi héroe a pesar de ser alguien de pocas riendas, debí ser una buena hija.
Noche que llegamos, noche en la que probé muchas cosas, bebí hasta casi reventar, me drogué, me peleé en la calle con una chica y finalmente terminé vomitando encima de un imitador de Elvis Presley, muchas cosas de las que me arrepiento, quisiera volver al pasado pero ni siquiera eso puedo hacer, solo soñar con que eso llegará algún día. Lo último que recuerdo después de...tirarle todo encima al pobre hombre, es que aquellos dos ''amigos'' me llevaron a un hotel de mala muerte, dijeron que iban a cuidarme muy bien pero lo único que hicieron fue manosearme, quise defenderme pero eran dos.
Hice todo lo posible, grite, di patadas, rasguños, pedía a gritos que un héroe entrara a ayudarme, pero ni eso fue posible, al final fui...despojada de mi virginal vestigio a la fuerza, el dolor que sentía recorrer mi cuerpo sucio no se compara con ningún otro dolor, los golpes aumentaron, mis fuerzas me estaban dejando y el aire me abandonó por unos instantes pero el querer quitarme de encima a aquel asqueroso mentirosos me ayudó a soltar un grito que lo distrajo...aproveché para reventarle uno de sus ojos, la sangre que corría de su perdida era más de la que salía de mi, no me importaba, quería escapar de allí.
Debí pensar mejor las cosas porque al momento de abrir la puerta, mi garganta sintió el filo de un cuchillo pasar rápidamente, la fuente carmesí empezó a salir sin parar y para cuando me di cuenta, estaba en el suelo, desangrándome, observando a esos dos hablar de ¿que demonios debían hacer conmigo ahora?.
