La vida solo es una, podemos disfrutar de ella todo lo que deseamos pero la maldad del mundo puede llegar a acabarla en un instante, quedando en el limbo entre la vida y la muerte, deseando tener la oportunidad de vengarte de aquel que apagó la llam...
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Reserva natural Lake District- Inglaterra.
Corriendo por un espeso bosque, un sujeto trata de escapar de algo que lo viene persiguiendo desde la noche anterior, su agitada respiración se oye desde varios metros al igual que sus incesantes pasos apresurados, llevando la mirada asustada un par de veces hacia atrás, mostrando su temor en su expresión. No fijándose en su camino, una raíz estaba allí como un fácil obstáculo pero el sentimiento de ser acorralado no le permitió a esta persona verlo, así que, con su pie trancado en aquella raíz, su cuerpo cayó al suelo, desesperandose en ese instante, pues liberarse de aquello era un problema bastante molesto.
Aunque sus ojos de rabia de no poder quitar su extremidad de aquello, cambió totalmente al sentimiento de miedo, haciendo que levante la mirada a la persona que lo observa en silencio, como si juzgara lo patético que era estar en el suelo. Aquella persona hizo girar una lanza que lleva en una de sus manos, posicionando la punta de esta hacia abajo, iba a ser incrustada en el cuerpo de ese hombre.
El pánico nuevamente se hizo presente, este liberó su atrapado pie y a rastras comenzó a retroceder, escuchando el crujir de ramas y hojas en el suelo con cada paso que esa persona da. Con esperanzas de escapar, el condenado extendió una de sus manos con la idea de alcanzar la piedad y libertad pero eso no sucedió, la lanza lo atravesó y sus ojos que reflejaban un brillo falso de bondad se apagó, cayendo su cuerpo inerte sobre el mantillo. La hoja de la lanza lentamente comenzó a salir de aquel cadáver, extrayendo de este una esfera de luz inquieta, parecía querer escapar pero al final no pudo hacerlo una vez estando en manos de aquella misteriosa persona.
Y te estarás preguntando ¿de quién se trata?
Bueno, esa respuesta es bastante fácil.
Megan Gray, o bueno, ese el nombre que adoptó una vez que volvió del inframundo, llevando consigo la labor de ser fiel sirviente del Dios Anubis, quien al ver su corazón, supo que ella iba a serle de utilidad, además de hacerla su avatar, su fiel guerrera, recolector de almas puras y cazadora de aquellas que son malvadas merecedoras de un mortal castigo.
Y esa es una de las almas que ha capturado, un alma bastante molesta e inquieta que incluso al querer escapar de ella, poseyó el cuerpo de un pobre pescador, habitante de un pueblito cercano de donde lo ha capturado. Viendo la esfera entre sus manos, clava la lanza en el suelo para poder meter aquello en una bolsa especial, la cual lleva consigo algunas más, todas de la misma categoría.
Malvadas, perversas o asesinas, todas a la espera de ser devoradas por su Dios como forma de castigo.
Cerró con fuerza su bolsa, se acercó al pueblerino y con sus fuerzas lo arrastró hasta recostarlo por un árbol, afortunadamente respiraba y el daño no lo sufrió él, sino aquello que quería escapar de sus manos, le aliviaba saber que una buena persona aún tenía tiempo de seguir viviendo y disfrutando de lo que más le gusta hacer al lado de su familia.
