darkness (3)

seis

Después de encontrar aquel mensaje, Stiles y Nora salieron en busca de Scott, el cual por suerte, se encontraba con Kira.
  Como era de esperarse, la suerte no estaba de su lado. Cuando llegaron a la casa de Kira, se encontraron con Lydia, la cual estaba sosteniendo a un Scott inconsciente sobre sus piernas.

— ¿Qué sucedió? — preguntó Nora cuando llegó hasta Lydia.

— No lo sé, tuve un mal presentimiento, decidí salir a tomar aire y terminé aquí — explicó la pelirroja — Cuando llegué, Scott ya estaba inconsciente.

Nora se acerco a Scott y dio pequeñas palmadas en su rostro para despertarlo — ¿Scott? ¡Scott! —repitió atemorizada.

El Alfa abrió sus ojos a los segundos de escuchar la voz de su mejor amiga — ¡Barrow se llevó a Kira! — exclamó.

—Estaba tras ella desde el principio — explicó Stiles sin perder un segundo.  Scott se puso de pie y tomó su celular, necesitaba información sobre dónde podría estar la chica y sobre que relación tenia Barrow con las moscas.

— Isaac, ¿ encontraron algo?

—No, nada. Solo cosas sobre moscas y la muerte. Nada más.    

—Bien, gracias— dicho eso, cortó — Tenemos que pensar en algo. La va a matar.

— Sabía que estaba ahi — hablo Lydia — ¿Cómo lo sabía?

—Porque oíste las moscas, ¿cierto?

—¿ Qué oyes ahora?

—Nada. Siento que puedo hacerlo. Pero no sé que hacer. Como si lo tuviera en la punta de la lengua y no sé como activarlo.

—¿ En la punta de la lengua? — preguntó Nora, ya que eso le habia llamado la atención.

—Sí, lo juro por Dios. Me dan ganas de gritar.

—Entonces, hazlo. Grita.

Lydia no esperó a que Nora se lo volviera a repetir. La pelirroja abrió su boca y soltó un grito, el cual penetraba los oidos de sus amigos de manera dolorosa. 

—No son moscas — confesó Lydia mientras su vista estaba perdida en algún lado del cielo. La pelirroja volteó a verlos, haciendo que Scott y Stiles dieran un paso hacia atrás, como si temieran de ella — Es la electricidad.

—Espera un segundo — dijo Stiles — Barrow era un ingeniero eléctrico. Trabajaba en una subestación eléctrica.

—¿Cuál subestación?

....

Cundo llegaron a la subestación, Stiles detuvo su auto y salió de él —Bien, esperen aquí. Esperen a la policia.

—¿ Qué? ¿Por qué me quedaría aquí?

—Solo tengo un bate — respondió mientras sostenía su bate en la mano.

—Y yo tengo garras.

— Pensé que le tenias miedo a Barrow — dijo Stiles confundido.

—Le tengo, pero hay una chica inocente allí y si puedo hacer algo para ayudar, lo haré.

—Bien, pero ten cuidado, ¿sí?

—Oigan, ¿Qué hay de mi? — pregunto Lydia.

—Tu quédate a esperar a la policía, puede ser peligroso para ti — le explicó Nora.

Lydia no replicó, solo se limito a soltar un bufido molesta.

Nora y Stiles se miraron entre sí, y sin decir nada más, salieron corriendo tras Scott, el cual ya había entrado a la subestación.