diecisiete

156 29 4
                                    





—¡Nora! — Scott gritó — ¿Dónde estás, Nora?

El hombre lobo ya había revisado la mitad de la escuela y la pelirroja seguía sin aparecer, ya había ido a los lugares que él recordaba como los favoritos de Nora, como por ejemplo la biblioteca o la sala de música en dónde le gustaba sentarse a escuchar como sonaba el piano en manos de quién sabía cómo tocar.

—Ella debe estar por aquí — murmuró para sí mismo mientras entraba a las cambiadores. Scott trato de rastrear su esencia pero de alguna manera no podía sentirla, talvez  porque la chica había aprendido como ocultarla o tal vez allí dentro funcionaba de otra manera. El chico estaba por irse a buscar a otro lugar pero, de repente, escucho un ruido que provenía de las piscinas de natación.

Scott corrió hasta las piscinas y allí fue donde observó una cabellera naranja como el cielo al atardecer, salir del agua.

—¡Nora!— la llamo él y ella volteo a verlo, confundida.

—¿Scott? — soltó ella — ¿Qué estás haciendo aquí?— preguntó mientras tomaba una toalla y se la pasaba por los hombros.

—Vine a buscarte — dijo él, aliviado por haberla encontrado.

—¿Por qué? — preguntó — Sabes que los viernes entreno hasta tarde.

Un balde de agua fría cayó sobre él, o eso fue lo que sintió al escucharla decir esas palabras. —Nora, hoy no es viernes.

—Scott si esto es una broma tuya y de Stiles, no va a funcionar — dijo ella mientras caminaba hasta donde había dejado su bolso — Sé que es viernes porque Isaac y yo tenemos noche de peliculas más tarde.

Scott junto sus cejas en confusión — Nora, Isaac sigue en el hospital...

—¿Qué? — el rostro de la pelirroja, palideció — ¿Cómo que está en el hospital? ¿Qué le sucedió? — empezó a preguntar mientras buscaba su teléfono en el bolso para ver si tenía algún mensaje de su primo
— ¡Auch! — soltó ella, al segundo que sacaba su mano del bolso porque se había cortado con algo que había dentro.

—¿Nora, estás bien? — dijo él mientras se acercaba y tomaba su mano. Scott notó que se había cortado la palma de su mano, había algo de sangre pero nada que no podria curarse en cuestion de segundos.
Los segundos pasaron y la herida todavía no parecía sanar, lo cual le pareció bastante extraño — ¿Por qué no estás sanando?

—¿De qué hablas? — preguntó confundía — Scott, no es nada — ella hizo que él soltara su mano — Ahora dime qué fue lo que sucedió con Isaac, por favor.

—¿No lo recuerdas? — ella lo observó confundida — Él se electrocutó tratando de salvar a Allison...— Los ojos de la pelirroja lo observaban con horror, primero porque había dicho que su primo había sido electrocutado y segundo porque no conocía a nadie llamada Allison.

—Scott, estás me estás asustando — dijo ella mientras retrocedía unos pasos lejos de él.

— Tú eres la que me está asustando, Nora — confesó él sin saber que hacer — Tú eres la que está aquí como si nada pasara, tú eres la que no está sanando cuando deberías hacerlo ya que eres una mujer lobo...

Scott quedó parado frente a ella, él se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo.
Nora estaba viviendo en un bucle, en donde se encontraba entrenando todos los viernes como solía hacerlo antes del accidente, antes de que todo cambiara.

Scott observaba a la chica, la cual lo miraba con terror, lo que le recordó la noche que ella había descubierto que él era un hombre lobo y todo había cambiado, pero en este momento era diferente. Ella tenía miedo pero de él, de lo que estaba diciendo, a lo que empezó a retroceder con más rapidez hasta que tropezó y cayó.

darkness (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora