ocho

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Nora no pudo lograr pegar un ojo en toda la noche, la misma pesadilla seguía repitiéndose e incluso, esta vez, se le sumaban aquellos espíritus ninjas que habían aparecido en la casa de Derek.
La pelirroja no había visto a ninguno de sus amigos, quería saber cómo se encontraban pero ya se le hacía tarde para su práctica de natación, así que puso a un lado su vida sobrenatural por un momento para tener un poco de normalidad. Cuando llegó a las piletas, se llevó una gran sorpresa.

Su equipo estaba peleando contra el equipo masculino, la pelirroja notó a un par de sus compañeras discutiendo con varones que le doblaban la estatura y les sonreían de manera engreída. Ella era la capitana, tenía que hacer algo y si se ponía a discutir, no iba a conseguir nada a cambio, solo más griterío.

—¿Qué está pasando aquí? — preguntó ella, llegando al centro de la discusión. Una de sus compañeras, giró sorprendida para luego soltar un suspiro de alivio.

—¡Bien, estás aquí! — soltó Amelia, lo cual confundió a la pelirroja — Por favor, diles que es nuestro turno para entrenar.

—¿Están discutiendo por eso? — preguntó anonadada — Pensé que era algo más grave.

—¡Es grave! — reprochó la chica — Ellos tuvieron toda la semana para entrenar y justo hoy, que es nuestro turno, ellos deciden aparecer y adueñarse de la pileta.

Nora se arrepentía de querer sentir algo de normalidad.

—Bien, yo arreglaré esto — comentó ella, dejando su bolso a un costado para luego ponerse en puntas de pie y buscar con su mirada a la única persona con la cual podia llegar a un acuerdo —¿Dónde está su capitán? — preguntó, ya que desde que Jackson se había transferido de escuela y dejó el puesto de capitán libre, no había tenido la oportunidad de conocer a su reemplazo.

— Aquí estoy — habló alguien detrás de la multitud de testosterona. Una cabellera rubia hacia su paso directo a ella, Nora no podía ver bien de quién se trataba hasta que un pecho al descubierto se poso frente a ella, obligándola a subir su mirada hasta encontrarse con unos ojos celestes — ¿Tú eres su capitán? — Nora abrió la boca para responder pero falló al hacerlo, ya que el chico la había interrumpido — Bien, diles a tus chicas que no pueden practicar hoy. Tenemos una competencia en unas semanas y necesitamos entrenar.

—¿Y tú eres?

—Luke, Luke Rhodes — se presentó con una sonrisa.

— Diría que es un placer conocerte pero no soy buena mintiendo — soltó ella, fingiendo una sonrisa — Mira, sé que las competencias son importantes pero mi equipo también necesita entrenar y este es el único horario en el que podemos hacerlo.
Así que, diles a tus chicos que vayan despejando la zona.

— Estás loca...

—¿Qué me dijiste?

Nora, respira.

—Estas loca si crees que te voy a ceder la pileta, ¿Que parte de tenemos una competencia en un par de semanas no entendiste?

—No es que no haya entendido, el tema es que no me importa — admitió, logrando irritar al chico—  Lucas, ¿verdad? No me importa lo que quieras, es nuestro turno de entrenar, si quieres puedes quedarte y aprender a como hacer el estilo mariposa apropiadamente.

El chico observaba a Nora con diversión, había cierta chispa en sus ojos y no podía evitar dejar salir una sonrisa. —Bien, entonces haremos una apuesta — Nora frunció el seño ante la propuesta — Hagamos una carrera, si tú ganas la pileta es toda tuya pero si yo gano, ustedes se van.

darkness (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora