Derek no estaba feliz, al menos no por completo, después de la guerra contra Monroe y sus cazadores inexpertos decidió que era tiempo de establecerse por lo cual volvió a comprar el terreno que el banco les había quitado y construyó una pequeña caba...
Las uñas humanas se aferraban con fuerza a la espalda ajena mientras la respiración del dueño de esa roja espalda se encontraba en la unión del hombro y cuello del que rasgaba su espalda con cada estocada que daba.
— E-estoy uhm, amooor...
El mayor siguió moviéndose por unos segundos más para luego seguir el ejemplo de su esposo y correrse, solo que el dentro de su interior y no entre ellos como lo había hecho el de menor edad y sin necesidad de tocarse.
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Derek despertó desconcertado mirando su alrededor con su ya clásico ceño fruncido.
Aparto las sabanas de encima suyo para luego fruncir aún más el ceño al notar que estaba por completo desnudo.
Se levantó y enredándose la sabana en sus caderas comenzó a buscar su bóxer y ropa.
— ¿Dónde están?
Preguntó/pensó en voz alta y se agacho para ver debajo de la cama pero no había nada y al levantar la vista se topó con un retrato que adornaba el buró junto a la cama donde también estaba la lámpara.
La tomo sin dar crédito a lo que veía, él estaba junto a seis niños y ese hombre, ese que logro que solo se centrará en él.
— Oye pa', padre dijo que ba... ¿Qué haces?
Derek se giró lentamente y vio a una chica idéntica a Paige que lo miraba claramente confundida.
— N-no encuentro mi ropa.
Logro decir y la chica frunció el ceño aún con más desconcierto.
— Okay... Qué tal si intentas en tu armario.
Sugirió saliendo algo confundida y muy preocupada, eso lo supo por el olor que emanaba de ella.
Dejo el retrato en su lugar y se encamino a una puerta, la ropa que había ahí era un poco más grande por lo cual se alejó y fue a la otra puerta donde pudo ver ropa más de su estilo o eso creyó hasta que vio algunas prendas formales y zapatos de vestir.
— Solo es un sueño...
Murmuró sin creérsela y se vistió para luego verse al espejo y ver que su barba de días no estaba.
— ¡Pa'!, ¡Baja ya!
Ese era un grito masculino que no conocía por lo cual abrió la puerta que daba al pasillo y se dispuso a salir.
Respiro profundo y al llegar a las escaleras bajo lentamente, en la pared había algunos cuadros de niños, realmente hermosos.
— ¿Padre crees que pueda ir a casa de la tía Cora?
Derek se encaminó un poco cauteloso y se asomó un poco para ver a los seis jóvenes y a ese tipo.
— Hoy no, recuerda que es luna llena y no estarán, además creí que la odiabas por hacerte quedar en vergüenza frente al chico que te gusta.
Observo a todos hasta que un ojiverde lo descubrió y le sonrió, cosa que no pudo evitar hacer y salió de su escondite.
— Buenos días...
Saludo y sentó viendo como ese hombre dejaba un plato frente a él para luego besar su mejilla.
— Buenos días amor.
Le susurró al oído causando un escalofrío al lobo.
— B-buenos días a-amor...
En su mente solo se repetía que era un sueño muy loco, demasiado.
— ¿Pa' crees que puedan acompañarnos al bosque hoy?
Cuestiono un chico idéntico a él cuándo joven, la diferencia era que este tenía los ojos color chocolate.
— No, no es buena idea, es luna llena.
Dijo recordando lo que el hombre había dicho anteriormente.
— ¿Entonces cuando suceda la trasformación si podremos ir?
Cuestiono un ojiazul para luego seguir degustando su fruta picada.
— No todos.
Hablo el hombre haciendo que unos soltaran un suspiro de alivio.
— Que bueno, así no tendré que correr como loca.
Dijo la ojiverde que estaba al lado de la clon de Paige.
— De hecho, Der y yo lo hablamos cuando ustedes cumplieron los 15, quienes fueran humanos entrenaran conmigo.
Derek volvió a sentir ese escalofrío al escuchar el diminutivo y tono cariñoso.
— ¡Genial!, yo quiero aprender a disparar y a usar las dagas, he estado investigando sobre defensa personal, de echó a las afueras de Beacon hay un local y enseñan eso.
Derek carraspeo sintiéndose incomodo ante la emoción de la chica Paige 2.0.
— No, de hecho Kate se ofreció a entrenarlos junto a Chris y Allison.
Derek frunció el ceño y miro con mayor atención a todos, el ojiazul le recordaba a Nolan, que a decir verdad, era idéntico pero sin el aura suicida a su alrededor, el ojiverde no se le hacía parecido o siquiera conocido, pero el cabello negro y los ojos verdes junto a su tono de piel lo hacía parecer su hijo, luego estaba su clon de joven y la clon de su difunta novia de juventud para luego estar el otro ojiverde y la chica también ojiverde, ellos eran castaños y tenían el tono de piel del hombre a su lado.
— Pero mis hermanos mayores y sobrina son un grano en...
— Cuida lo que vayas a decir.
Le advirtió el mayor haciendo que Derek soltara una pequeña risita.
— Es verdad, esos son un grano en el culo, aunque Allison es menos.
Dijo Derek después de que se dio cuenta de que se había reído.
— Eli también es un grano en el culo pa'.
Dijo el ojiverde castaño que solo recibió una ceja alzada de parte de Derek que no sabía de quien hablaba.
— Lo siento pa', pero es verdad, se cree mucho desde que se consiguió ese ascenso en la empresa de tío Deu...
Derek asintió algo confundido pero agradeció que aun esos chicos no fueran lobos.
Aunque seguía pensando que era solo un sueño, se cuestionaba el porqué de tal sueño.
— Bueno iré por mi maletín, ¿hoy los llevas tú, amor?
Derek solo asintió girándose para verlo pero no supo qué hacer cuando sintió los labios ajenos sobre los suyos, solo cuando los comenzó a mover se comenzó a repetir que era un sueño, uno que de seguro, cuando despertará se internaría en Eichen.
Cuando se separaron el otro le sonrió para luego irse.
— Lo bese...
Susurró para creerse que hizo tal cosa.
— Si, ¿Estás bien?, Te noto algo raro.
Dijo el ojiverde pelinegro viéndolo con los ojos entrecerrados.
— Si, terminen porque hay que llevarlos a la escuela.
Ellos asintieron y siguieron desayunando para luego escuchar los pasos apresurados de alguien para luego escuchar una camioneta alejarse.
Cuando todos terminaron subieron por sus cosas y bajaron, Derek les sonrió y se dispuso a ir a la cochera donde pudo ver un Jeep, una camioneta, una troca y su amado camaro.
— ¿Cómo caben tantos autos aquí?
Los que eran sus hijos lo miraron raro para luego subirse a la camioneta.
