V

185 12 1
                                    

NUEVO COMIENZO.

Ya han pasado 9 días de haber salido de mi habitación.

Hoy iré a la escuela y eso me aterra. Nunca fui bueno socializando, es más, me siento ahogado cuando hay muchas personas.

Llevo un cuaderno, un bolígrafo, mi teléfono y la cadena que le regalé a Hannie en una mochila negra de cuero. Hace frío así que me pongo un abrigo, finalmente tomo el autobús que se detiene al frente de mi casa. Cuando subo intento encontrar un puesto.

—Está ocupado, lo siento —me dice una chica pelirroja, pone un bolso en el lugar donde me iba a sentar, ríe mirándome y la mayoría de los que están en el autobús la acompañan.

—Descuida -digo, caminando más adentro del autobús. Buscando de un lado a otro siento desesperación, empiezo a girar buscando un puesto y el ruido de las voces me aturde.

—Siéntate aquí, para mí no hay problema.

Cuando busco de donde viene esa voz, mis ojos se encuentran con los de ella.

— ¿Hola? Me llamo Sally —dice y luego sonríe.

—Amm, hola.

— ¿No te vas a sentar? —Dice después mira hacia la ventana.

— ¡Ahh! Lo siento, estaba un poco distraído, gracias —digo mientras me siento y pongo mi mochila en mis piernas.

— ¿Cómo te llamas? —Dice mientras se acerca a mí.

Me intimida demasiado que lo haga, parece que no fuera consciente de la existencia del espacio personal.

—Emm, Noah.

—Me gusta tu nombre.

—Gra... gracias.

Después de 15 minutos de un silencio incómodo y muchas cosas pasando por mi mente el autobús se detiene.

—Ya llegamos -dice mientras se levanta.

Me levanto y salgo del autobús. Ya me separé de ella, probablemente no la vuelva a ver.

Me senté en una banca afuera de mi salón, mis manos están frías y no puedo dejar de temblar. Mi corazón parece que dejó de latir. Respiro profundo, me acerco a la puerta del salón.




ABSTRACTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora