ABSTRACTO

XI

DESORIENTADO

—Paciente Brown, usted ya debería estar despierto

La luz del sol me hace abrir los ojos, seguramente abrió las persianas de la habitación, un momento... ¿estoy en la habitación de un hospital? Probablemente al final si pude sobrevivir pero, no recuerdo nada. Sólo debo saber dónde queda ese maldito parque y el por qué Hannie me atacó.

Mis pensamientos chocan como el mar con las piedras, tal vez podría ser sólo un sueño, un mal sueño ¿Por qué sentí tan real este sueño?

—¿Realmente cómo se siente? —dice la enfermera y toma mi muñeca con su mano

—Amm, supongo que bie... —no me deja terminar la frase cuando suelta mi muñeca y sale de la habitación alterada.

Definitivamente, no estoy bien ¿Cómo podría estarlo? Voy a intentar levantarme y cuando lo intento la enfermera llega con un doctor que lleva una carpeta con un listón rojo y otro doctor que tiene una jeringa con un líquido negro. Esto está mal, algo me va a ocurrir.

—¿Está segura de lo que me dijo? —Dice el doctor de la carpeta mientras desordena todas las hojas buscando algo y al final arroja la carpeta al suelo —completamente, él no tiene pulso.

—¿Qué sucede? —intento no sonar descompuesto pero se me hace imposible

—Cálmese paciente Brown, estará bien —Me dice la enfermera, no lo sé pero esas palabras no me convencen así que empiezo a analizar el lugar ¡¿En dónde podría haber una salida?!

 ¡Debo hacer algo pronto! Miro hacia la ventana y me doy cuenta que estoy en el segundo o tercer piso, así que intento correr y lanzarme por la ventana; pero siento que el aire se transforma en algo más espeso y me cuesta respirar, se me nubla la vista y pierdo la conciencia.