Capitulum 20

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No sabía si alegrarse de ver a Izuku ahí, se supone que había escapado para mantenerlo a salvo. Y ahí estaba, frente suyo, a la defensiva contra la criatura Damus, dispuesto a darlo todo por él.

Nadie espera una señal, todos se avientan a la lucha contra todas las criaturas que acaparan el lugar.

Desde pequeños Timets hasta grandes Damus se abalanzaban contra ellos, y el ejército de hadas liderado por Touya y Enji luchaban con todo lo que tenían.

Izuku no se había apartado del frente suyo, protegiéndolo a él, a sus hermanos y a su mamá.

-vamos, debemos salir de aquí-ordena Natsuo ayudando a su madre a levantarse del suelo.

Fuyumi le da la mano a él para ayudarlo a salir de la madriguera y empezar a correr, pero él no puede dejar de mirar hacia atrás, donde todos arriesgan su vida, hasta los amigos de Izuku estaban ahí.

Y el huía una vez más, se alejaba de todos a los que quería y solo observaba de lejos como eran valientes y no les importaba salir heridos o incluso morir por los suyo.

Su papá, Touya...

Izuku.

Y él también lo haría, protegería a Izuku.

-¡Shōto vuelve!

Era la tercera vez que era lanzado contra el suelo, pero no podía comparar su fuerza con la de aquellas bestias, estaba herido desde antes de llegar, le dolía el cuerpo, le pesaba y la cabeza le palpita con fuerza, puede sentir una línea caliente ...

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Era la tercera vez que era lanzado contra el suelo, pero no podía comparar su fuerza con la de aquellas bestias, estaba herido desde antes de llegar, le dolía el cuerpo, le pesaba y la cabeza le palpita con fuerza, puede sentir una línea caliente avanzar por su frente hasta su mejilla. Le ardían las miles de cortadas cuando se mezclaban con la tierra y el sudor.

Pero no se iba a rendir ahora, ya estaban aquí, al diablo la estúpida hada perdida esa, él sería el que salvara a todas las hadas y a Shōto.

Con el trozo de cristal en la mano se levanta como puede y con una agilidad que no sabía que tenía esquiva un golpe del Damus con el que luchaba, esta vez no se dejaría ganar como la vez pasada.

Después de muchas luchas logra dejarlo en el piso mal herido y sin poder moverse.

Aprovecha y busca con la mirada a Shōto, lo había perdido de vista en cuanto empezó a llenarse de criaturas peligrosas.

-¡Shōto!

Le llama con preocupación cuando no lo ve a la vista, solo a las hadas que luchan, mira donde Kacchan, Iida y Uraraka.

Bakugō parece defenderse muy bien, Uraraka era ágil y evitaba las garras y colmillos de las criaturas, ambos eran deportistas y eso les daba un poco de ventaja, Iida a pesar de no ser el más atlético parecía haber creado una buena estrategia.

-¿qué haces ahí parado Deku? ¿No venías a buscar a Shōto?

-vengó a ver que estén bien, también debo protegerlos a ustedes.

Evermore -dekutodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora