"Cruzas la barrera de este inquieto corazón
No queda nada más en esta habitación
Que respirar de ti y de lo libre que ahora soy
Rompes el silencio con el roce de tu piel
Si no enciendes la luz, yo me cegaré
Hoy necesito encontrarme en tus esquinas
Detenerme en ti un momento."La música en el coche, el aire fresco de Madrid y la vuelta a casa después de un largo día de trabajo.
Aún sigo con la emoción y los nervios de las últimas semanas. La publicación de mi primer libro fue un gran reto pero, me da felicidad saber que 'La luz de Candela' tuvo un buen recibimiento. Tanto, que me invitaron a participar de la firma de libros en Sant Jordi el próximo fin de semana.Llegué a casa con la idea de ducharme, ponerme el pijama y tirarme en el sofá acompañada de un buen vino y chocolates. Cierro la puerta y al dejar el bolso sobre la mesa, suena el timbre. <<Qué raro, a estas horas>> pensé mientras volvía a la entrada.
- Ah, hola Carlos, ¿cómo estás?- Pregunté confundida al ver que el encargado del edificio estaba en mi puerta con un paquete en la mano.
-Disculpa Mónica, no quise molestarte pero no te vi llegar y esta mañana han dejado este paquete con tu nombre.- Me dijo un poco tímido mientras me entregaba un sobre color marrón.
-No te disculpes, es sólo que me preocupé al escuchar el timbre, no esperaba a nadie a estas horas. Muchas gracias por traérmelo- Le respondí ahora sí, con el sobre en mis manos. Al ver que en la etiqueta sólo aparecía mi nombre, le pregunté -¿Sabes quién lo trajo o quién lo envió?-
-Es de la Editorial Planeta, debe ser un libro o algo así- Respondió él, dirigiéndose al ascensor.
-Bueno, supongo que tendré que averiguar.- Le agradecí con una sonrisa mientras cerraba la puerta. Dejé el paquete sobre la mesa y sin darle importancia fui a mi habitación.
Después de la ducha tan esperada, volví al sofá ya con el pijama y una copa de vino. -A ver que tenemos por aquí- dije casi susurrando mientras abría el sobre.
Se me iluminó la cara al ver que adentro de ese misterioso paquete me esperaba el libro de mi cantante favorita. <<Todavía no salió a la venta, estas deben ser las ventajas de ser escritora>> pensé con una sonrisa y la felicidad de una fan.
Últimamente escucho mucho su música, las letras me devuelven a todas las historias que marcaron mi vida. Sabía que 'Mujer Océano' estaba por salir, tenía en mente comprármelo y que me haya llegado a casa me tomó por sorpresa. Abrí el libro y aún mas sorpresa me llevé al ver que estaba dedicado:
"Me enorgullece saber que la mejor periodista de este país va a tener mi libro entre sus manos. Ojalá sepa llevarte a esos lugares que siempre quieres volver. Un beso, Vanesa"
Repetí estas palabras una y otra vez, hasta podría recitarlas sin volver a leerlas.'Mujer Océano' fue mi compañero en los siguientes días, me acompañó a mi trabajo y en los ratos libres aproveché a leer un poco. Cada vez que terminaba un poema se me pintaba una sonrisa en la cara.
-Qué pedazo de escritora- dije en voz alta al pasar la última página del libro.-¿Y esa cara de enamorada es por la escritora?- Me tomó por sorpresa Matias, mientras entraba en mi oficina.
-¿Y eso?- Respondí siguiéndole el juego.
-Sólo te falta mandarle un mensaje a la chiquilla para agradecerle por el libro- Lo señaló mientras se reía.
-Es una pasada, Mati tienes que leerlo-
-Ay Mónica, Mónica.- Decía él haciendome reír a carcajadas mientras se iba a su oficina.
Matias y yo somos compañeros desde hace muchos años. Nuestra complicidad es una de las cosas que más disfruto de mi trabajo.
Me quedé pensando en lo que dijo <<Agradecerle por el libro. Quizás podría mencionarla en twitter.>> Dudé unos minutos con el móvil en la mano, pensando en la mejor forma de agradecerle sin parecer desesperada. Es cierto que nos seguimos en instagram y a veces intercambiamos likes pero no nos conocemos en persona.
Entré a twitter, busqué su usuario y comencé a seguirla. No pasaron ni cinco minutos cuando recibí una notificación:@vanesamartin_ te siguió.
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CUESTIÓN DE PIEL - VANICA
Fanfiction"Salté a un vacío donde sigo estando en pie, dándome cuenta, no más candados: cuestión de piel."