CUESTIÓN DE PIEL - VANICA

Buenos días por aquí

Narra Mónica:
Me despertó el sonido de un móvil, no dejaba de sonar. Me giré y ahí estaba. Nuestra segunda noche juntas pero la primera en entregarnos a la pasión. Después de habernos dicho lo que sentimos y hacer el amor, nos quedamos dormidas.

-Ana, dime- dijo Vanesa en un tono muy bajito al atender la llamada. Estaba de espaldas a mí y no había notado que estaba viéndola.

-Vale, en una hora estoy en casa- contestó y colgó, volvió a apoyar su móvil en la mesita de luz y se giró envolviendo su cuerpo desnudo en las sábanas.

-Buen día Martín- Dije con una sonrisa.

-Buen día Carrillo- me sonrió y se acercó para besarme.

-¿Todo bien?- le pregunté abrazándome a su cuerpo.

-Si, lo siento, te he despertado.- se disculpó correspondiendo a mi abrazo.

-Tranquila- dije escondiéndome en su cuello. Su olor se está convirtiendo en mi lugar seguro. -He dormido como hace mucho no dormía- confesé.

-Y yo he pasado la mejor noche de mi vida- dijo y volví a darle un beso en sus labios.

-¿Te quedas a desayunar?- pregunté sobre su boca.

-Me encantaría pero debo irme, Ana va a matarme si no llego a tiempo.- dijo con cara de pena.

-Bueno, la próxima. Esta vez te lo pierdes- dije acomodando su flequillo alborotado.

-Entonces habrá una próxima- dijo ella con una sonrisa pícara.

-Claro que habrá una próxima- afirmé -Aun no te has ido y ya te echo de menos- susurré sobre sus labios y ella me sonrió al notar la letra de su canción.

-¿Cómo no voy a estar loquita por ti si me haces estas cosas?-  preguntó sin despegar su mirada de la mía.

-¿A qué te refieres?- devolví la pregunta a la vez que bajaba lentamente mi mano por su cintura. Vanesa soltó una carcajada y pegó su cintura a la mía.

-Lo decía porque has cantado mi canción pero si creías que lo dije por lo que me hiciste anoche también vale- me dijo y yo me sonrojé al recordar todo lo que pasó en esta cama.

-Vane, que vergüenza- respondí metiéndome bajo las sábanas mientras ella se reía a carcajadas.
Comencé a acariciar su cuerpo desnudo y a besar su cuello, Vanesa se dejó hacer y yo subí a su cintura para besarla de arriba a bajo.
Pase mi boca por todo su abdomen y me coloqué entre sus piernas para repetir lo de anoche. Vanesa reaccionó a mis besos con leves contracciones, quiso levantar las sábanas para verme pero se lo impedí. Bajó una de sus manos hacia mi cabeza para mantenerme dentro de su piel. Jugué con mi lengua y mis dedos hasta que ya no pudo más. Estaba sumamente agitada y al subir para quedar a su lado la besé.

-Buenos días- susurré en sus labios.

-Buenos días para ti también- fue lo ultimo que dijo antes de perderse debajo de las sábanas para devolverme el favor y llevarme a la cima.

Mis piernas comenzaron a temblar y mi piel estaba en llamas. Vanesa siguió tocándome la entrepierna unos segundos mas hasta que su móvil volvió a sonar. Salió de su escondite y antes de coger la llamada me dio un increíble beso.