Es demasiado dulce

480 51 43
                                    

Ryuko Akutagawa era una estudiante de segundo año de la carrera de médico forense, pero todo el mundo la llamaba Morticia, vestía siempre de negro, le molestaban todos y solía mandar al diablo a la mitad de las personas, era una chica bonita, pero no estaba ni cerca de ser una persona amable, también era aterradora y muchos decían que al ser una persona que era asexual, de seguro también era un psicópata, tantas cosas se podían decir de ella, pero ese día fue algo extraño.

Su departamento compartía un par de instalaciones con el de medicina, ese día les darían una plática sobre como reconocer cierto tipo de heridas que venían de la autodefensa, servía para los médicos de personas vivas notar señales de alerta y para ellos, bueno sería su día a día.

Akutagawa llegó como siempre temprano, pero puso su mochila en una silla cercana y después se la paso en el teléfono, nada anormal hasta un segundo después, — ¡Cariño! — gritó una voz de una muchacha, su nombre era Atsuko Nakajima, era una persona alegre, todo el mundo la conocía por ser un sol, siempre hablaba de su novia aunque nunca mostraba fotos porque su pareja no se sentía muy cómoda tomándose fotos, solo decía que ella era maravillosa y la chica más dulce del mundo, — ¡Linda! — volvió a gritar mientras caminaba entre los asientos buscando a alguien, tardó solo unos segundos en ver a Akutagawa, — ¡Ryuko! Me guardaste un asiento, eres tan linda — seguido de eso se sentó en la silla junto a Akutagawa, todo el mundo esperaba verla gritar, hasta ver cómo terminaba a Atsuko, pero ella solo sonrió antes de darle la mano a su novia, — Tardaste en llegar — regaño, para luego darle un corto beso en los labios, — Perdón, sabes que aún no me acostumbro a la universidad —.
— Te daré un tour —.
— Ya me diste un tour, un mapa y creo que la persona que me ayudo a llegar la convenciste tú... — eso era cierto, Tachihara le había
ayudado a llegar a Atsuko, pero más bien fue una amenaza por parte de Akutagawa, acorraló al pobre muchacho, habían sido compañeros el primer año de la carrera, antes de que Michizou cambiará de carrera, así que conocía su fama de ser una mujer aterradora y más que sonaba que si no lo hacía se encargaría de que su muerte fuera un caso de estudio para la clase, aunque realmente Akutagawa solo tenía una forma de hablar muy aterradora y que no pedía las cosas por favor, pero eso era otro tema, ahora debían concentrarse en como Atsuko se seguía perdiendo en la escuela, — Tal vez solo soy muy torpe... — casi enseguida de decir eso, Ryuko tomo el rostro de Atsuko, — Tú no eres torpe, solamente necesitas más tiempo para acomodarte — volvió a darle un beso antes de revisar su rostro con más detenimiento, — No estás durmiendo bien, buscaré otra vez ese té que ayuda al sueño que te dije — comento antes de que la conferencia empezará.

Después de eso pasó todo el rato de la mano de Atsuko, era demasiado extraño ver esa escena, Ryuko era oscuridad pura y ahora actuaba como un ser humano con sentimientos, unos demasiado románticos hacía una chica que era conocida como ser el rayo de sol más grande de la escuela, pero Ryuko no siempre fue así.

«Atsuko y Ryuko se conocieron en la secundaria, se llevaron terrible y luego fueron novias en la preparatoria, en dónde bueno Akutagawa no era ni la mitad de lo que era ahora, le daba mucha vergüenza darle la mano a Atsuko, tampoco la quería besar en la calle, siempre estaban peleando porque no quería ir a ningún lado con Nakajima, ella no exigía una relación que todo el mundo se enterará si su novia no se sentía cómoda, pero habían salido del closet juntas, sus familias y amigos las aceptaban, entonces no veía lo malo en ser una pareja normal como las demás, ellas no estaban haciendo nada malo.

— A veces creo que te avergüenzo... — comento un día cuando habían quedado en ir juntas a casa, pero Ryuko se había ido sola, — ¿Qué tonterías dices? Todos saben que soy Asexual y que me gustan las mujeres, ¿Por qué me avergonzaría? — preguntó molesta a lo que Atsuko tomó aire, — No te avergüenza quien eres... Si no que quien te da vergüenza soy yo en sí... — intento que eso no sonará como una obligación de estar siempre juntas, pero a veces actuaba como si no la conociera, cuándo buscaba darle la mano Ryuko la quitaba diciendo que hacía calor o alguna escusa parecida, — Atsuko... Yo... —.
— Solamente te veo en la escuela, después nunca quieres estar conmigo, es como estar otra vez en la secundaria en dónde me molestaban o ignorabas... Es más creo que en esa época sabías más de mi existencia que ahora — se quejó con molestia antes de darse cuenta ya quería llorar, pero sintió como Ryuko tomaba su mano, — Me da vergüenza... — fue su respuesta haciendo que Atsuko levantará la cabeza lista para decir que siempre lo supo, pero en ese momento noto que Ryuko tenía la cara roja, — No sé cómo actuar contigo... Desde la secundaria me siento incómoda contigo... Ahora es peor, nunca me sentí así por nadie... — fue lo mejor que le pudo explicar, — Yo tampoco lo tengo sencillo, la gente aún sigue diciendo que ser pansexual es un invento, pero me esfuerzo para que eso no me moleste para poder concentrarme en nosotras ... ¿Y cómo que incómoda? —.
— Atsuko, en la secundaria no buscaba molestarte... —.
— ¿Entonces? —.
— Estaba intentando que fueras mi novia, la vez que te dije que te veía a la salida y nos agarramos a golpes, era para pedirte que tuvieras una cita conmigo... — se sentía como una idiota, siempre que planeaba algo para una cita con la chica que le gustaba, terminaba en una pelea y todo porque al hablar decía cosas horribles, por ejemplo la vez que Atsuko no le hablo durante una semana porque le dijo que su corte de cabello era de espectáculo de circo, realmente quería decir que se veía hermosa con su nuevo corte y como Atsuko había dicho que amaba los circos, creyó que había sido un buen halago, pero resulto terrible, lo mismo paso cuando intento pedirle su número de teléfono y parecía que estaba intentando robarla, no comprendía que era lo que estaba haciendo mal, pero ahora era su novia, debía que tener el mayor cuidado del mundo para evitar lastimarla y arruinarlo por completo.

— Espera... ¿La vez que me dijiste que apestaba a higos también era coqueteo? —.
— Amo los higos... — fue todo lo que dijo antes de escuchar la risa de Atsuko, Ryuko no supo cómo tomarse eso, — En serio que amo que seas tan diferente — fue lo único que dijo antes de sentarse a su lado, — Solo dime lo que quieres decirme, sin intentar ser poética o comparándome, solo sé tú... Eso es lo que me gusta de ti, como cuando dijiste que querías que fuera tu novia — después de decir esas palabras Ryuko tomo la mano de Atsuko, — Te llame idiota y te dije... O más bien te ordené que aceptarás una cita conmigo... — fue todo lo que dijo mientras se agachaba, pero se podía ver un pequeño sonrojo, Atsuko nada más sonrió, — También saliste corriendo después de decirlo y llamarme tonta —.
— Me estaba diciendo a mí, tonta —.
— Eres tan linda Ryuko— después de eso la abrazo mientras Ryuko gritaba que era demasiado dulce, aunque cuando Atsuko intento soltarla, Ryuko se molestó diciendo que por esta vez le daba permiso de darle un abrazo aunque se estaba muriendo de la vergüenza y que realmente ella era la que quería el abrazo».

Ahora en la universidad después de mucho Ryuko ahora era la persona más cariñosa del mundo con su novia, siempre que podía la besaba, iban de la mano, compraba cosas para ella, estudiaban juntas, era una persona demasiado diferente con Atsuko, era realmente dulce, parecía que nada más sabía dar cariño a las personas, claro solo con ella, con los demás sinceramente a veces si eran errores en su forma de hablar, pero otras veces que realmente estaba actuando como una idiota a propósito, no le agradaban muchas personas, pero con su novia era un amor.

— Morticia ¿Tiene sentimientos? — se quejó Tachihara con uno de sus antiguos compañeros de clase, — Al parecer... Eso es aterrador — no sabían quién les daba más miedo, si Akutagawa actuando como la reencarnación del mal o siendo la persona más dulce del mundo, por mientras Atsuko pensaba que su novia era la persona era un ángel y que no estaba ni cerca de ser aterradora.

Mi dulce Novia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora