08

118 22 1
                                    

Otro mes había pasado, Hoseok aún trabajaba pero con algo de dificultad debido a su yeso.

—¿Por qué subiste eso? —Hyungwon hizo un puchero al ver la publicación del mayor en instragram.

—¿Por qué no subirla? Es una foto preciosa. —sonrió— Siempre subo las fotos de mis mejores sesiones, y esta no fue una excepción. Me atrevo a decir que fue la mejor.

—S-Sí... Pero... Esa ni siquiera fue una sesión...

—¿Y qué? Si te ves precioso con el mar de fondo. —se encogió de hombros.

—Pero tú eres muy famoso... Y yo también... Y podrían... Ya sabes...  —mordió su labio.

Le aterraba mencionar aquello, pues él no tenía problema alguno en decir algo que aún no eran, pero no estaba seguro de Hoseok.

—¿Inventar cosas? No estarían inventando del todo. —hizo una mueca— ¿Será que ahora quieres venganza? —bromeó.

—Eres un idiota. —miró hacia otro lado.

Entonces, Hoseok tomó su mano y acarició el dorso de ella.

—Lo que hice en el pasado fue estúpido, lo sé y me arrepiento de ello cada segundo; porque te extrañé como un loco desde el momento en que te fuiste... Morí una y mil veces antes de verte de nuevo. —relamió sus labios— No me di cuenta de lo mucho que te amaba hasta que fue tarde. Pero créeme que no volveré a cometer esos errores... Horrores. —se corrigió— En mi vida volvería a negarte, y siempre diré con gusto que somos... Lo que sea que tú quieras. —se acercó a él para darle un beso en la frente— Te amo.

Desde que habían comenzado a salir más seguido, eso era lo máximo que Lee hacía. Quería ir lento y no abrumar al rubio con su cercanía, a pesar de morirse por un beso.

—¿No me estás mintiendo? —su voz se rompió.

—No, mi amor. —lo abrazó con fuerza— Es más, si nos fotografían ahora y salimos en alguna revista, yo guardaré la portada. Te lo juro.

—Te creeré... —mordió su labio— Sólo por esta vez, lo haré.

—Desconfía de mi si algun día te digo que me gustan los macarrones. —rió, viendo al mar mientras checaba que no se metiera arena en la bolsa que recubría su yeso.

—Bien. —rió— También te amo, feo.

Y Hoseok sollozó mientras se escondía en su cuello. Feliz.

JAMAIS VU // 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora