Capitulo 2: No digas su nombre

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Después de la lluvia llegó el sombrío frío, el viento meciendo los árboles con fuerza  arrastrando con ella las pocas ramas y hojas secas que cayeron.  Camus, quién se encontraba de pié fumando a escondidas en el patio trasero observó el atardecer ser devorado por la obscura noche. Ésta noche no había luna y la oscuridad era tan densa que los faroles tan viejos que adornaban el abandonado jardín apenas alumbraron

- Fuhhh....

Un último exhalo y el humo escapó de sus pulmones y rápidamente vió como éstos entraron en contacto con el fuerte viento y fueron arrastrados hacia el bosque frente a él con fuerza


Camus observó la oscuridad con expresión aturdida, éste lugar... Fue una pena que el internet de éste lugar fuera tan malo, de lo contrario Camus vería que los terrenos de La mansión ubicada al lado de su casa eran tan extensos que lograban conectarse a la perfección con el patio trasero de un sin número de hogares en ese pequeño pueblo.

La sartén friendo carne y un par de vegetales, el arroz humeante en la mesa, fideos y salsa cubrieron con su aroma tentador el antes abandonado hogar de los Diamonth , volviendo así la estancia de los hermanos mucho más acogedora

Camus reconoció que él secreto de todo era Saga. No importa el lugar en donde fueran a parar, siempre y cuando Saga estuviera con ellos habría Hogar en ese lugar

El de cabellos turquesas miró la silueta de su mayor, sirviendo la mesa mientras Kanon sentado tecleaba en su celular perdido en su propio mundo. El pequeño Diamonth no pudo evitar sonreír. Siquiera parecía que se habían mudado a otro condado.

Sintiendo a Camus llegar ,Saga rápidamente llamó

- Ven ,siéntate. Ya cenaremos.

Camus asintió sonriente obedeciendo de inmediato

- Y Tú- Saga arrebató el celular de Kanon - ¡deja eso también!

La cena transcurrió amena, de vez en cuando Kanon y Saga terminaban peleando, pero nada fuera de lo normal, Camus comía con una sonrisa plasmada en sus labios, sin notar que tras una ventana unos ojos azules lo veían con profunda melancolía

Pestañas cayeron como un batir de alas de una mariposa cansada, los ojos y la figura de Milo eran claras como el agua mientras afuera el viento violento repentinamente se detenía en el interior del hogar de los Diamonth hubo un frío repentino, Camus alejó la carne que segundos antes se encontraba dispuesto a consumir, extraño... Incluso la comida se enfrió

- ¡Ésta pocilga! Iré a ver, debieron haber cortado el gas

Kanon se marchó dejando solos a Saga y a Camus, Camus procedió a descender los cubiertos

- En vez del gas deberían ver la estufa, éste lugar es tan viejo - Camus sonrió - La estufa es tan grande que debería estar en un museo - Saga también rió ante la elocuencia de su menor, poco después Camus prosiguió- aunque no me quejo, Aioros te trata muy bien, te prestó éste lugar para que viviéramos y no hace mucho que se conocieron.

- No fue hace poco. En mi niñez solíamos ser amigos

Interrumpió Saga con voz divertida mientras bebía de su jugo de Naranja

- ¿ Solían ser amigos?

Saga asintió, Camus volvió a preguntar

-¿Pero tú nunca nos hablaste de él?

- No había mucho que contar, fuimos vecinos, me invitó a su fiesta de cumpleaños ,poco tiempo después nos mudamos con papá y mamá, no lo volví a ver hasta hace unos meses

-Ohh...- Camus no continúo preguntando al respecto. Saga lo observó en silencio, desde esa tarde, su hermanito parecía estar bastante distraído

- Ese muchacho... - Camus supo que hablaba de Milo, rápidamente miró a Saga, Saga sonrió de manera juguetona- Era bastante guapo ¿No lo crees?

Camus parpadeó sin entender, poco después pudo procesar la insinuación en las palabras, recordó la tierna facción del niño y las manos tan cálidas... Sonrió sin poder ocultar su boba sonrisa, respondió atontado

- Lo es, Milo es muy atractivo

BhranG!!!!

Él sonido de la alacena cayendo asustó a ambos hermanos, quienes saltaron de sus lugares

Platos y vasos rotos, latas rodaron por todo el suelo, una rodó hasta los pies de Camus quien detuvo sus pasos

Mientras tanto Saga finalmente había llegado a la cocina, descubriendo el desastre ocasionado

- ¿ Qué sucedió?

La voz de Camus sonaba cautelosa, Saga no sabía cómo explicar lo que sucedió, volteó a ver a su menor ,su expresión algo aturdida

- No lo sé... Al parecer unos de los soportes - Saga volvió a girar... Viendo las alacenas de arriba como las de abajo en un estado de destrozo... su voz, más que una afirmación parecía contener rastro de profunda incertidumbre - ¿Falló?

Claro que Saga apesar de no haberlo dicho, si lo pensó

" Es imposible que una falla en un soporte destruya todo hasta éste punto"


En el sótano...


Kanon con una linterna enfocó por última vez las tuberías, en efecto, había reparado la fuga. Descendió con la intención de cersiorarse si había gas, fue una verdadera fortuna que lo hiciera. De no haber bajado no hubiera notado la fuga y todos en el interior de la casa estarían a merced de una chispa

Kanon limpió el sudor en su frente, hoy en verdad tuvieron mucha suerte

El ruido abrupto en la parte superior lo sorprendió e inmediatamente decidió ir a averiguar qué había pasado

Ascendió las escaleras sin mirar atrás, momentos después de que se fuera, una lámpara parpadeó y alumbró en el obscuro sótano mientras en otro lugar la lavadora que antes se encontraba vacía se cerró con fuerza, un botón tras otro, el pitido y las luces en azules, la lavadora emprendió su función de lavado

Poco a poco el agua filtró, en el tambor transparente podía verse el llenar del agua. Un pitido y el tambor fue vaciado dejando detrás algo negro y azul que empujó la tapa

Manos putrefactas avanzaron y tocaron el blanco suelo, contrastando horriblemente con la blancura del lugar

Una voz fría y tétrica pronunció

- Mi...lo

Pronto la figura desapareció


En la cocina

Kanon había llegado corriendo, ahora el trio ya reunido miró al frente sin percatarse que justo detrás de la cabeza de Saga, un rostro putrefacto... sin ojos , sin naríz ,sin lengua... Había aparecido, con sus azules cabellos manchados de sangre, flotando y sus manos... Qué posaron en el hombro de Saga

Saga, quién se mantuvo viendo al frente sintió un frío repentino a sus espaldas, no pudo respirar hasta que... repentinamente el viento afuera se volvió tan feroz que hizo silbar los cables y las ramas

Después de eso, a sus espaldas

La cosa que se encontraba justo detrás exhaló un aire frío justo detrás de su oreja

Todo sucedió en segundos

Pero para Saga fueron una eternidad, sin poder respirar, sin poder moverse, estando a merced de lo que sea que se encontraba detrás de él

Cuando finalmente la cosa desapareció, Saga se desplomó en el suelo, jadeando por aire, Camus y Kanon reaccionaron de inmediato, al mismo tiempo ambos quedaron sin aliento cuando vieron aquello

La espalda de Saga sangraba, cerca del hombro hacia sus costillas... Su piel había sido completamente arrancada





















Continuará...












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