Cuervo |《Twisted Wonderland》|

5

—¡Rápido! ¡Las rosas hay que pintar!— Una voz cantarina la guio por el laberinto en donde estaba perdida, al llegar de donde provenia aquello encontro a tres ¿Cartas vivientes?
Extraño penso la chica de cabellos negros, mas siguio viendo el escenario en donde el unico color que distinguia era el rojo.

—¡Rápido! ¡Antes de que se marchiten!— Otra carta canto mientras cubetas de pintura en sus manos cargo.

—¡Rápido, rápido! Hay algunos que no están pintados— Ese si lo diferencio, era un As de picas.

—¿Por qué pintan de rojo las rosas blancas?— Gabrielle llevo mirada hacia la voz de una niña, una con vestido azul cielo y cabellos rubios.

—Porque plantamos las rosas blancas por error— El dos de picas no perdio el tiempo y pinto una rosa con la pintura.

—A la reina le gusta el rojo y si las ve ¡Nuestra cabeza vamos a perder!—

—¿Eso es así? — La pequeña niña les pregunto a las cartas en lo que se acerco a ellas, sus manos llevo a su cuello ante el pensamiento de perder su cabeza.

—Si, necesitamos pintar las rosas antes de que la reina llegue—

—Entonces los ayudaré y asi la cabeza no van a perder— La niña tambien se apresuro a tomar los baldes de pintura, ayudando a las cartas a pintar los rosales.

Gabriell quiso caminar hacia ellos pero con solo dar un paso el lugar quedo congelado y todo a sus ojos se hizo trizas, como si de un espejo roto se tratará. Un dolor punzante inundo su cuerpo el cual le hizo caer  de rodillas, su cuerpo ni mente lo sorporto mas, cada segundo sentia como si la quebraran lentamente —¡Ya basta!—

~∆~

Emití un grito de puro dolor, lleve mi cuerpo hasta la esquina de la cama y abrace mis pirnas en posicion fetal. No sabia que rayos habia soñado pero aun sentia esa sensacion de ser rota de manera lenta y dolorosa, mis ojos miraron casi de inmediato mis brazos y juro que pude ver grietas en ellos —¡Secuaz!— Mis ojos miraron a Grimm el cual parece que tambien se asusto bastante.

Puse de nuevo mi mirada en mis brazos los cuales estaban igual que antes, tarde en procesarlo pero al final todo resulto ser una muy creible pesadilla y con eso en mente me fue mas facil relajarme. El felino por otra parte empezo a jalar de las mangas de un sueter que me dieron y que usaba como pijama —Levantate, por esta vez el gran Grimm permitira que vallas a caminar por la escuela—

No me quedo de otra que soltar el aire que contuve y en lugar de levantarme tome a Grimm en una abrazo —No hace falta que te preocupes, estoy bien— Era demasiado predecible que no tardaria en dar quejas sobre el tema. No le daria mas atencion a quello y segui adelante on lo que propuso el felino que era en resumen salir a caminar, no me haria daño despues de todo.

Abrí la puerta y me quede congelada en el lugar y mi expresión en aquel momento era todo un poema que no se podia creer, era aproximadamente media noche. En la puerta principal del dormitorio estaba aquel chico que hace unos pocos días fue a quien seguramente casi la parto la nariz. —¿Tu? ¿Que haces en este lugar?— Mi enojo era palpable, y estoy segura de que ese chico frente a mi la sintio.

—Oh... eres Gabriel ¿Cierto?—  El muchacho apreto su mochila al mismo tiempo que aprecie como tragaba saliva —Yo no sabia que dormias en este lugar. Osea si sabia que no eras de algun dormitorio,  pero no sabia que dormias en este lugar—

—Si, duermo en este lugar y soy la encargada ¿Que necesita?— Quedo pensativo mirandome de arriva a abajo, lo mas probable es que pensara que era un chico mas de la academia.

Carrapeo su garganta, parece estar buscando las palabras correctas —Necesito un lugar donde dormir esta no-...—

—Pierdete— Le cerre la puerta en la cara interrumpiendolo, aun tenia algo de enojo sobre su persona y lo mas seguro es que tenerlo en este lugar a mi lado sera estresante.

—¡Lo lamento!— Escuche su grito al otro lado de la puerta, joder ni siquiera esta durmiendo aqui y ya me duele la cabeza —Por favor eres mi ultima esperanza, no quiero dormir en el suelo con este frío—

Grimm me miro haciendo su cabeza hacia arriba y yo sin entender el por que me miraba de esa manera —Creo que eso fue muy cruel— Queria ignorarlo y tratar de hacer algo de provecho, pero no, eso no puede ser.

Tengo que tener un corazon de pollo y sentirme culpable  por dejarlo dormir afuera —¡Oye chico!— Cuando abri la puerta ya estaba a mitad de camino de las escaleras, aun asi el grito fue suficiente para llamar su atencion —¿Que miras? ¡Mueve tu planoide trasero y entra antes de que cambie de opinion!— En este momento agradezco que los dormitorios estudiantiles esten en ve tu a saber donde, asi no escuchan mis gritos que no son los mas bajos que digamos.

Bueno, no es lo que tenia en mente pero algo es algo y al menos sera entretenido escuchar... creo.