Fin de Semana -Sábado.

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Fue un día ocupado, aunque realmente no hizo mucho.

Primero fue el desayuno que duro toda la mañana, para su desgracia, con su abuelo Gustav y la tía Lidya; las dos personas que más detesta en su vida, sin embargo, a su tía no tanto; luego, para su fortuna, fueron a pasar la tarde en la casa del mejor amigo de su padre, Chess, ¡Su tío favorito! Realmente adora la vida tan despreocupada que lleva ese hombre.

Siempre le pareció extraordinario la personalidad de su padre cuando está con Gustav y Lidya, y cuando está con Chess ¡Incluso se cambiaba el nombre! Para unos era Sebastián y para otros Glam. Pero entendía porque lo hacía.

Incluso se sentía orgulloso de la rebeldía que causaba su nombre, Dee.

Lo tercero que hizo fue estudiar para un exámen que tendría en algunos días y lo último, mirarse una película. Mientras veía Caroline a las nueve de la noche, el chico de la esquina volvió a su mente.

Y por un segundo, mientras la protagonista pasaba por segunda vez por la puerta secreta, pensó ¿A él le gustaría esa película?

Hablando de él, de ese peculiar chico pelirrojo sentando en la entrada de aquella tienda de cosméticos, ¿Será que lo volverá a ver el Lunes? Es que realmente quiere volver a verlo, decirle su nombre y, si el universo le da un poquito de suerte a su favor, saber el suyo.

El chico De La Esquina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora