Factura al corazón © DISPONIBLE EN FÍSICO

Capítulo 16

[En Multimedia: Emma y Matt discutiendo su posición]

Antes de que empecemos a discutir sobre mi inescrupulosa actitud de borracha, quisiera defender mis derechos: no fui yo quien trajo el vino hoy, ni las copas refinadas, así que culpo a Matt enteramente de todo lo que pueda decir o hacer de aquí en adelante.

-Emma-Matt me saca de mi lucha interna por los derechos humanos. Sostiene mi rostro para hacer que lo mire directo a los ojos-. ¿Cómo hiciste para tomarte toda esa botella sin que yo me diera cuenta?

Pobre ingenuo.

-¿Yo soy la culpable?-digo y suelto un bufido-. ¿Quién fue el que estuvo hablando de esa paja del amor por al menos media hora? Es bastante sencillo embriagarse cuando te espantan así.

Me levanto de su regazo, pero al hacerlo, mi cabeza da mil vueltas. Me tambaleo en mi lugar alzando los brazos en busca del equilibrio que mi cuerpo necesita y cuando se estabiliza, suspiro de alivio.

Matt es el siguiente en ponerse de pie.

-Tu madre me advirtió de esto-dice señalándome con el dedo índice. Gruño, aprieto los puños y traigo mis brazos a mi pecho cruzándolos.

-Sí, continúa haciendo eso, continúa hablando con mi madre-adopto la actitud más sarcástica que puedo para la siguiente oración-. ¡Porque eso no lo hacen los novios o los prospectos a ser novios! ¡Que por cierto, no estas tratando de ser!-grito con todas mis fuerzas.

Tratando de no salirse de sus casillas, Matt lleva dos dedos -el índice y anular- a su sien y la aprieta tratando de controlar la jaqueca que le estoy provocando.

-"Te quiero tratar como te mereces, Emma"-engrueso mi voz para intentar sonar tan masculina como él-. "Quiero cuidarte, Emma"-imito y prosigo-. "Eres una princesa, Emma".

-¡Nunca dije lo de la princesa!-exclama disgustado.

-¡Poco te faltó!-discuto alzando más la voz.

Matt se golpea la frente con una mano mientras que yo trato de definir qué pasa conmigo en este momento. Pensé que se iba a manifestar la Emma divertida y alocada, pero ha sido todo lo contrario. No siento ganas de reírme ni de hacer chistes, sino de reclamarle a este príncipe por tanto romance. Me tiene tan confundida que la única manera de no dejarme embrujar por sus palabras tan bonitas es rechazándolas y armando un escándalo.

De su boca, emana un largo suspiro repleto de desaliento.

-Esta cita iba demasiado bien para ser verdad-dice con decepción, gira su cuerpo entero y sopla una vela que tiene cerca-. Nos vamos de aquí-poco a poco, empieza a apagarlas una a una.

Entretanto, yo necesito seguir quejándome.

-"Quiero una relación seria contigo, Emma"-me desahogo todavía imitándolo. Entonces, me preparo para gritar-. ¡Estás tan enamorado de mí, Matt!

-¡¿Y qué si lo estoy?!-grita con todas sus fuerzas dejando todo lo que está haciendo y volteando su cuerpo entero hacia mí para mirarme airado. Finalmente, he logrado que pierda la paciencia, pero ni yo ni mi borrachera nos sentimos orgullosas al respecto-. ¡¿Qué vas a hacer?! ¡¿Salirte de mi vida?! ¡Vamos, te reto a que lo hagas!

Me ha alzado la voz con tanto enfurecimiento que la adrenalina de mi cuerpo baja, por lo que ya no siento que quiero reclamarle. Ahora, mi corazón se estruja sintiéndose dolorido por tanto griterío y mis ojos se humedecen advirtiendo que empezaré a llorar en breve.

-¿Por qué me gritas así?-digo entre sollozos rompiendo en llanto. Matt, al ver que he empezado a llorar desconsoladamente, quita el rostro de enfurecimiento.