[En Multimedia: Matt agarrando la mano de Emma]
Después que Matt me ha permitido invitarle el almuerzo y el postre (porque insistí mucho), nos perdemos en una conversación de al menos una hora que hace que ya sean casi las 3:00p.m y todavía estemos sentados en uno de los más acogedores restaurantes de Hancock Park.
Se alarma cuando ve el reloj. Me indica que es hora de irnos si queremos terminar con las "misiones" y llegar a tiempo a la fiesta sorpresa de Joseph.
Me alarmo también cuando menciona la fiesta de Joseph. Isabella es capaz de matarme si no llegamos a tiempo, así que me levanto enseguida de mi puesto para agarrar la mano de Matt, quien la tiene extendida para mí.
Han pasado más de cuatro años desde que la vida me permitió tener un compañero así. A mi mente llegan de pronto las imágenes de mi ex-patán (en quien no pienso casi nunca últimamente), que siempre me decía que no le gustaba que sostuviera su mano en público, por vergüenza quizás.
Matt es todo lo contrario. Ni siquiera mantenemos una relación amorosa aún e insiste en agarrarme la mano o abrazarme siempre que tiene la oportunidad. Es un chico de verdad. Uno muy caballeroso que no teme mostrar sus sentimientos por mí en público.
La siguiente parada que hacemos es en un edificio enorme que parece de cristal y tiene una gran "S" como logotipo en la entrada principal. Oh, las oficinas principales de "Sinclair Inn, Resort & Suites".
Matt da una vuelta alrededor del edificio riendo ante mi rostro impresionado por el edificio y entra por la parte de atrás donde están los estacionamientos.
Ubica su auto en un estacionamiento que tiene un letrero con su nombre, apaga el motor y echa un vistazo a mí. Cambio instantáneamente mi semblante a uno neutral.
—¿Me esperas aquí?—pregunta—. No tardaré mucho, lo prometo.
¡Oh! No quiere que vaya con él. Vaya, vaya, es mi turno de no respetar sus deseos y vengarme.
Cruzo mis brazos y sonrío con vigor.
—De hecho, quiero ir contigo.
Matt alza una ceja.
—¿Enserio? No hay mucho que ver allá arriba.
Me arreglo la garganta forzadamente.
—Aun así quiero ir.
—Solo tardaré diez minutos, enserio.
Oh Sinclair, ¿qué escondes?
—Soy tu 'no sé qué', Matt—insisto como una chiquilla—. Tengo derecho a ir contigo.
—¿Mi 'no sé qué'?—pregunta divertido—. ¿Eso qué rayos significa?
—Significa que soy algo tuyo y al mismo tiempo no lo soy y que quiero ir contigo.
¿Pero qué demonios acabo de decir?
Matt no protesta más. Se detiene a contemplarme unos segundos presionando los labios para no reír ante la incoherencia que acabo de decir, pero después, asiente con un movimiento de cabeza.
—De acuerdo, pero no quiero que te aburras—accede abriendo su puerta y por primera vez, hago lo mismo por mi cuenta.
Caminamos por todo el estacionamiento hasta llegar a una puerta que da con unos ascensores. Examino el lugar: está muy limpio, tremendamente impecable.
Resuena el pitido del ascensor y las puertas se abren dando paso a que entremos. Matt presiona el botón que tiene el número ocho inscrito en él, por lo que las puertas se cierran prontamente haciendo que ascendamos hasta nuestro destino.
ESTÁS LEYENDO
Factura al corazón © DISPONIBLE EN FÍSICO
RomanceDISPONIBLE EN ESPAÑA Y LATINOAMÉRICA POR NOVA CASA EDITORIAL 💕 --- ALGUNAS DEUDAS SON PARA TODA LA VIDA. Emma Bennett es una talentosa artista, pero su vida no va muy bien. Es sarcástica, un poco torpe, tiene un humor divertidamente oscuro y, desp...