Daddy Issues

El inicio del desastre

- Maggie despierta, llegaras tarde a clases- mi madre entra a mi habitación intentando asesinarme como a un vampiro, abriendo las cortinas para que el sol me bañe violentamente con su luz, intento esconderme en mis sabanas para no morir desintegrada por los rayos del sol.

- 5 minutos, es lo único que pido.- me desprenden de mi cueva de sabanas y reniego levantándome para el primer día de clases en la secundaria Star Valley, entro al baño y tomo un ducha rápida, cepillo mis dientes y desenredo mi cabello, me maquillo un poco para no parecer un zombie, no debí desvelarme viendo esa serie aunque debo admitir que valió la maldita pena.

- Maggie si no bajas en 5 minutos a desayunar, le daré la comida a Draco.- agarro mi mochila y bajo por las escaleras rápidamente para sentarme en el desayunador y comienzo a devorar mi plato. -Si claro, me encantaría ver a la bola de pelos comiendo panques y tocino.- agarro una tira de tocino y le doy un poco a mi hijo felino sin que mi madre vea, ella se preocupa mucho por el peso del peludo y regordete Draco a quien rescatamos y el veterinario nos obligo a ponerlo en una dieta para bajar de peso.

- Hija se que este es tu primer día de clases y lo difícil que fue para ti estos últimos años, lamento que hayas pasado por todo esto tu sola, se que no he sido una buena madre, mi psicóloga me recomendó hablar de esto contigo y quiero que sepas que me esforzare para ser una mejor mamá.-

Pongo mi plato en el lavabo y saco un poco de jugo de la nevera, veo el rostro de mi madre y en el se puede ver el paso de los años, el insomnio, el dolor y cansancio. Se que ella sufrió mucho cuando Jonathan nos abandono y prácticamente tuvo que valerse por ella misma ya que un año antes mis abuelos fallecieron en un accidente automovilístico, dejándonos su casa hipotecada, pero como pudo mi madre nos saco adelante.

- Mamá, puede que antes estuviera molesta contigo por todo lo que vivimos, pero nada de eso fue tu culpa, ahora lo entiendo, te amo aunque me amenaces con darle mi comida al regordete de Draco.- me acerco a mi madre y ella me envuelve en un cálido y fuerte abrazo.

- Oh mi pequeña por mas que quisiera que este abrazo fuese eterno, se te hará tarde para ir a clases, dejé las llaves del auto en la sala, creo que estas lista para usarlo sin mi supervisión.- abro mis ojos de par en par de la emoción. - ¿¡Ma es enserio!?, te prometo que conduciré con cuidado e intentare no arroyar a ningún idiota en la carretera.- corro hacia la sala para agarrar las llaves mientras camino hacia el garaje.

- ¡Prométeme que este año harás amigos!- grita mi madre mientras enciendo el auto. - ¡No te prometo nada mamá, pero lo intentare!- respondo mientras salgo del garaje en dirección a Star Valley.

Apenas saliendo del garaje freno bruscamente ya que un imbécil a toda velocidad casi me golpea en el baúl del auto. - ¡Hey idiota fíjate por donde vas!- grito a los cuatro vientos mientras veo un challenger color negro volar por toda la carretera sin siquiera detenerse para al menos disculparse por casi golpear mi auto.

...

Me estaciono cerca del auto de Alicia, la "niña mas bonita y popular" de la secundaria según la revista escolar Nova Chic, pero lo que no dice la revista es lo venenosa que esa plástica puede ser. - Vaya vaya, si es nada menos que Cenicienta o mas bien ceniza.-

Las risitas de su bola de amigas plásticas hacen resonar en el estacionamiento, salgo del auto e ignoro toda su palabrería colocando mis audífonos. - ¡Hey suicida que no escuchas que te estoy hablando!- Alicia se acerca a mi y me empuja quitándome mis audífonos, acorralándome como a una presa.

- Mira anoréxica operada, si no quieres que tu y tu manada de perras las mande directo a enfermería te aconsejo que te apartes.- Empujo el hombro de Jena una de la manada, en un segundo mi cabeza comienza a arder del dolor y siento como una mano me jalonea el cabello, ahogo un gemido de dolor mientras me empujan a una pared.