Cap 3

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Yuuri suspiro pesadamente en su auto, sus interior era una avalancha de emociones, su corazón latía a toda velocidad mientras sus ojos aún amenazaban con romperse. Por qué lo miro así?, por lo tenia que mirar con esa maldita expresión que el había estado evitando por cinco años, por aquella misma expresión que el no pudo simplemente hablarlo por qué sabía que apenas lo viera de nuevo caería a sus pies, caería completamente rendido. No podía, no debía, el era madre de un cachorro, no podía volver a caer ante el amor de un alfa que solo conocía farándula y fiestas nocturnas.

-porque lo hiciste yurio?- pregunto Yuuri frustrado mirando al pequeño en el asiento trasero

-lo siento mami....yurio quería estar con papá- contestó el pequeño rubio jugando con algo entre sus manos

-pero te dije que el no era tu padre- respondio Yuuri aún intentando guardar la poca compostura que le quedaba hacia su pequeño hijo

-pero mami, hay muchas fotos de los dos en tu caja de recuerdos, papi es muy lindo y huele bonito- expresaba yurio con aquella inocencia que solo caracterizaba a un pequeño pero sacando a su madre de sus casillas

-no!, fue irresponsable Yuri, que hubiera pasado si te atropellan o desapareces, qué tal si el....que tal si el no hubiera sido una buena persona y te hubiera cuidado?, qué tal si el té llevaba con las personas malas?...- el tono de Yuuri cada vez se desvanecía más tras un pequeño nudo que se formaba en su garganta- yo..yo...no quiero perderte mi pequeño amor, sabes que mami te ama, no?- pregunto Yuuri mientras paraba el auto

El omega mayor giro su vista a la parte trasera mirando al pequeño fijamente, el pequeño miró a su madre e hizo una mirada, la mirada que hacía con aquellos ojos hicieron que un escalofrío recorriera la espina dorsal de Yuuri, como es que pudiera ser tan parecido a aquel alfa. Yuuri suspiro por última vez y acarició el rostro de su hijo logrando hacerlo sentir mejor.

-cariño, sabes que lo que hiciste fue terrible, escapaste de casa, me engañaste y además interrumpiste en un..departamento...- el omega se fue callando poco a poco y despues tomó una gran bucanada de aire asombrado- yurio, como supiste donde vivía Viktor?- pregunto el omega sorprendido haciendo que este soltara una pequeña risita

-mami, yurio te ama mucho- respondio el pequeño mientras esbozaba una gran sonrisa

-aunque eso no te salva de tu castigo jovencito, hablaremos seriamente en la casa- expreso Yuuri serio

Claramente el pequeño no pudo ocultar su puchero pero Yuuri sonrió ampliamente, alegre de poder ver su puchero y que nada malo le pasara a su pequeño bebé.

Casi una hora después llegaron a su casa; GREENWICH VILLAGE Un vecindario con espíritu bohemio, artístico e intelectual. De una de las grandes casas rápidamente salió un alfa apresurado, Yuuri bajo al pequeño rubio del auto mientras buscaba sus cosas en la parte trasera, mientras tanto el alfa solo abrazaba al pequeño el cual doblaba los ojos algo disgustado.

-pequeño yurio, no debiste hacer eso, esta ciudad es peligrosa y podrían hacerle daño a alguien tan pequeño como tú- expreso el alfa mirando los verdes ojos del pequeño el cual frunció el ceño ante aquello

-yurio no es pequeño, yurio es un gran alfa que se puede proteger solo- comentó el pequeño alejando a aquel alfa de su cabello

-yurio, donde está tu mochila de León?- pregunto Yuuri en un tono algo peligroso que hizo temblar al pequeño Niño

Yurio volteó a ver a el alfa mayor el cual se inco de hombros ignorando la respuesta y después volvió la vista hacia su madre el cual  parecía que le sacaría el alfa con aquella punzante vista.

-Dios mío yurio, dejaste la mochila en casa de aquel tipo, ahora vendrá y querrá hablar y con esa estupida Sonrisa que tiene en el rostro...- comentaba Yuuri furioso mientras daba vueltas en círculos y y gruñía. El omega volteó furioso hacia su hijo y apretó la mandíbula- a tu habitación ahora mismo!...y sin videojuegos- expreso furioso

El pequeño entró a la casa rápidamente antes de que su madre hiciera algo más que una amenaza. Mientras tanto el omega no tardó en sentarse sobre el asiento trasero del auto y suspirar pesadamente, solo había sido un día muy malo dentro de cinco años de armonía, era claro que algo tenía que pasar pero...aún podría mantener la fachada?.

-Yuuri...no crees que sea momento de solucionarlo?- pregunto el alfa acercándose hacia el omega el cual soltó un suspiro pesado

-tiene sólo cinco años pitchit...cinco años y logró persuadir a su niñera y tomar el metro hacia una parte de la ciudad en la cual nunca había estado- expresaba Yuuri con la voz quebrada

El omega colocó sus manos sobre su rostro intentando ocultar todo aquello que reprimía, porque tenía que estar el ahí?. Aquel alfa podía viajar por todo el mundo sin problema y justamente se encontraba ahí, en la misma ciudad. El omega sintió como unos brazos lo rodeaban fuertemente y lo pegaban a su pecho.

-Yuuri...estos últimos años hemos sido solo tú, yo y el, seguirá siendo así hasta que tú digas lo contrario, déjame protegerlo a él, protegerte a ti....- dijo pitchit sobre el hombro del omega mientras compartía un poco de fermonas intentando tranquilizarle

Yuuri tomó aquel alfa entre sus brazos y lo abrazó de regreso tomando una gran bocanada de aire. Pitchit había echo tanto por ellos desde hacía tanto que Yuuri aún sentía vergüenza de incluso el fuera su paño de lágrimas, pero lo que más necesitaba en esos momento era aquel abrazo.

-Gracias pitchit- susurró el omega

Los adultos siguieron en su escena sin notar que desde dentro de la casa, por la ventana, eran observados por cierto rubio el cual apretaba sus pequeños puños. Sabía que lo que había echo estaba mal pero solo quería hacer a su mami feliz, hacerlo tan feliz como en aquellas fotos que vio.

Hola, papá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora