El rápido palpitar del corazón de Chuuya lo sorprendió incluso a él mismo, y se encontró pensando y repensando en las palabras que quería decirle a su amigo. Las que quería decirle entonces y las que le habría dicho si se hubiese enterado de su plan de suicidio por lo menos minutos antes de que sucediera... Se le ocurría un montón de insultos, exclamaciones y preguntas, pero al final nunca sabía qué decir. Afortunadamente, para Dazai era sencillo oír sus pensamientos, por lo que no fue necesario que Chuuya dijera una sola palabra para que él comprendiera el tornado de sentimientos que había dentro de éste. En su mente se sucedían cosas como: “¿Paz? ¡Acabas de decir paz! ¿Cómo quieres que te crea que sentías paz conmigo si, al fin y al cabo, terminaste abandonándome? ¡No tiene sentido! ¡Son puras tonterías!”
Dazai tampoco se sentía con ganas de hablar, puesto que esto le costaba enormemente y, además, sabía que con unas cuantas frases no conseguiría que Chuuya lo perdonara. Fue entonces que se descubrió a sí mismo dirigiéndose a Chuuya a través de sus pensamientos. Esto era tan ilógico como todos imaginan, pero el chico dentro de la imaginación de Chuuya al parecer tenía pensamientos propios..., y esto lo demostró a continuación.
“¿Recuerdas... que te dije que no lo entenderías?” preguntó sin siquiera mover los labios.
Chuuya levantó enseguida la mirada, buscando el origen de aquella voz etérea y tan distante como sitios ocupaba a su alrededor.
“¿Eres tú el que habla?” cuestionó. Y al ver que Dazai asentía un tanto perplejo, añadió: “Lo recuerdo... Pero no recuerdo que hayas probado tu punto”.
Dazai mantuvo la cabeza agachada cuando dijo: “Ese beso... era mi punto”.
Esto tomó por sorpresa al pelirrojo, que calló por un tiempo, analizando esa nueva información. ¿Ese beso era la prueba de Dazai? ¡Una cosa tan ambigua como esa! Chuuya creyó que no lo soportaría más. Su amigo estaba tan lejos ahora, pese a estar su espíritu justo frente a él. Era como si pudiese alcanzarlo con la mano, pero jamás lo tocaría de nuevo...
“Es tarde”, pensó, “para explicar el significado de tus acciones”... Era demasiado tarde, y lo peor es que desde el principio Dazai no parecía querer que él entendiera lo que le pasaba. Ese beso..., esas caricias..., todo el tiempo que pasaron juntos... Si lo amara tanto como había expresado esa última noche en que estuvo vivo, ¿por qué se fue sin una despedida? ¿Por qué lo arrojó todo por la borda y decidió acabar con su existencia? Algo tan común en Japón no debería tomarle por sorpresa, pero era su amigo; él se consideraba una persona cercana a Dazai, como su confidente; era quien lo escuchaba reír y llorar, quien lo abrazaba y sobaba sus hombros, su espalda, en busca de alguna forma de demostrar su cercanía, de hacerle saber a su amigo que estaba ahí para él. “Eres un egoísta”, le reclamó con el semblante oscurecido.
“Yo... lo lamento...” Esta vez Dazai alzó la mirada y le mostró a Chuuya unos ojos cargados de culpa y arrepentimiento; estaba al borde de las lágrimas. “Sé... que incluso si yo aún estuviera vivo, no lograría que lo entendieras...”
“¿Por qué no?” Chuuya soltó con amargura.
“Porque ni yo mismo lo hacía...” admitió. “Es extraño, pero en mi mente solo existía angustia y desesperación. No podía controlarlo... Sé que para ti es estúpido pensar en perecer y todo lo que eso conlleva, y no sabes lo increíble que eres por pensar de ese modo... ¡Pero no somos iguales, no pensamos lo mismo! Y nuestras vidas son completamente distintas...” Suspiró antes de continuar: “Puede que la relación que tienes con tu hermana, o la que tuviste hace tiempo con tus padres sea lo que te está salvando de acabar igual que yo, igual que muchos otros; puede que sea tu propia naturaleza, lo que te haya llevado a fundar aquellos principios que mantienes hasta hoy. Pero yo no he vivido tu vida, yo no he compartido tus experiencias, yo no sé lo que se siente ser emocionalmente estable, o una persona curada de la depresión. Te lo dije un montón de veces, el odio y la aberración que siento por lo mundano, por lo que se nos presenta como oportunidades banales en vida, es prominente ante mis otros sentimientos...”
![](https://img.wattpad.com/cover/312895355-288-k773031.jpg)
ESTÁS LEYENDO
ᴄᴏɴᴛᴀᴄᴛᴏ [soukoku]
FanfictionChuuya está triste. Dazai se ha ido, pero él tratará de contactarlo y preguntarle algo que ronda en su cabeza sin descanso: ¿por qué lo hizo? ¿por qué se fue sin una despedida? ¿o es que acaso fue él quien no supo leer entre líneas su mensaje? ○○○ E...