BLESS BLUE ROSE || Mystic Messenger Fanfic

5

—... y este es el salón. ¡Espero que te haya gustado tu nuevo hogar!—dijo Yoosung a Hayoon.

—Es muy acogedor. Por cierto, ¿dónde está Zen? Hace un rato que no lo veo.

—Dijo que iba a salir a fumar, lo solía hacer dentro de casa pero no quiere incomodarte con el olor. ¡Hablando del rey de Roma!—dijo Yoosung al ver a su amigo aparecer por la puerta.

—Zen, ¿te encuentras bien?—preguntó la chica al notar que su amigo no tenía buen aspecto.

—Yoosung, ¿nos dejas a solas a Hayoon y a mí un momento?

—¿Qué? ¿Por qué? ¡Yo también quiero enterarme!

—Sung...—insistió el mayor. Finalmente, Yoosung se fue a su habitación, inconforme.

—Hayoon, tengo que decirte algo, necesito que me ayudes a decírselo a Yoosung.

—¿Qué ocurre?

El chico tomó una respiración profunda.

—Me acaba de llamar V, han sufrido un accidente de tráfico de camino a su casa. Él está bien, ha acompañado a Jay al hospital. Dice que tiene algunas lesiones pero nada grave.

—¿Y... Rika?—preguntó, temiendo cuál iba a ser la respuesta.

Zen negó con la cabeza, aclarando las dudas de Hayoon: Rika había fallecido.

Ambos comenzaron a llorar inconscientemente, Zen temía a la reacción de Yoosung tras enterarse de la muerte de su prima lejana, con la que tenía mucha confianza; Hayoon sufría por cómo Jumin podría darle la noticia a Lena, ya que sabía que su amiga era un tanto sensible. Trató de llamarla pero no respondía a sus llamadas. Tras marcar por cuarta vez, se dio por vencida y se dirigió junto a los chicos al hospital. De camino en el coche, trataron de explicarle la situación a Yoosung.

—Sung, verás, tenemos que decirte algo... importante—comenzó Zen, esperando a que la chica continuase. Él no se veía con las fuerzas suficientes como para contarlo.

—Aún no te hemos dicho a dónde vamos... Nuestro destino es el hospital, Jay está ahí. Han sufrido un accidente de tráfico.

—¿Y Jay se encuentra bien?

—Sí, V dijo que tenía lesiones pero que está bien.

—Uf, menos mal. ¿Y eso era lo que no me podíais decir?

Los mayores intercambiaron la mirada.

—No, hay algo más... Rika fue la que sufrió el impacto más grande, ella... ella no ha sobrevivido.

Yoosung no dijo nada, simplemente se dedicó a llorar.

Al llegar al hospital, Hayoon fue la única en bajarse. Zen se quedó con Yoosung, tratando de calmarlo.

—Apenas pudimos despedirnos—decía entre sollozos.

Los próximos días fueron complicados para todos, se sentían devastados. A pesar de que Hayoon insistió en quedarse en el hospital con Jay, V fue el que tomó ese puesto. Decía que se volvería loco si tuviese que pasar las noches solo en la casa que había construido poco a poco junto a Rika.

Jumin y Jaehee fueron los encargados de preparar el funeral. Todos asistieron, llevando atuendos oscuros. La tristeza se podía respirar en el ambiente.

Poco después de comenzar la ceremonia, Lena, que se encontraba abrazada al brazo de Hayoon, se percató de que había dos personas desconocidas.

—Unnie, ¿quiénes son ellos?—susurró.

La mayor giró discretamente su cabeza. Aquellos sujetos llevaban la cara parcialmente cubierta y no podía reconocer de quién se trataba. Esperaron hasta el final de la ceremonia para preguntarle a Jaehee.

—Ellos... son unos amigos de Rika.

—Pensé que no tenía más amigos además de nosotros—dijo Lena.

—¿A ellos también los salvó?—preguntó Hayoon.

—Sí, digamos que sí.

—Creo que deberíamos presentarlos, Rika ya consideraba a estas chicas parte del grupo antes del accidente, merecen conocernos a todos.

—¿Ellos también son vuestros amigos?—preguntó Hayoon curiosa.

—Sí, acompáñame—dijo Jumin, guiándolas hasta los dos chicos misteriosos.

—Hola Jumin—saludó uno de ellos.

—Hola chicos. ¿Recuerdan aquellas chicas de las que os hablé? Son ellas, su compañero está en el hospital. Os las quería presentar. He invitado a todos a mi casa a comer, a V le vendrá bien tener algo de compañía, además el chico, Jay, sale hoy mismo del hospital.

Los jóvenes se miraron y asintieron con la cabeza.

Una vez llegaron todos al apartamento de Jumin, los chicos destaparon sus caras.

—Chicos, ellos son Saeyoung y Saeran Choi, aunque los llamamos 707 y Ray. Ellas son Hayoon, Lena y Jay.

—¡Es un placer conoceros! Nos han hablado mucho de vosotros—dijo 707.

—Lamento que nos hayamos tenido que conocer en estas circunstancias...—comenzó a decir Jay cuando 707 salió corriendo.

—¡Mi Elizabeth III! Hacía mucho que no nos veíamos, ¿cómo has estado?

Lena, atraída por las buenas vibras del chico y su gusto por los gatos, se acercó a él y charlaron sobre animales.

Ray se mantuvo sentado en una esquina del sofá, solo.

—Oppa, Ray parece desanimado—dijo Hayoon a Zen.

—Él es así, nunca suele estar demasiado alegre. Ahora que lo pienso, creo que jamás le he visto reírse. Él y 707 son tan diferentes... poco a poco los irás conociendo.