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⊹ ᨘ໑ ¡ jeno es sinónimo de perfección.
jaemin, bueno, tiene un defecto, y no es el defecto que primero vas a notar, es sarcástico y su humor negro llega a ser algo desesperante, sólo es un escudo porque sabe lo cruel que la ge...
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Jaemin estaba en ceros, no conocía Los Ángeles, pues este no era un lugar al que hubiera frecuentado con anterioridad, más sin embargo, quería organizar el día perfecto, pero las cosas se le estaban complicando, así que durante el viaje se dedicó a investigar muchos lugares y así tener un gran día con su novio, se sentía estúpido y avergonzado porque nunca había hecho algo parecido, en su anterior relación, su ex pareja hacia todo eso por él, Jaemin tenía la gran ventaja al no ser época vacacional, ya que podía acceder rápidamente a la última cosa que tenía planeada, nada podía salir mal.
Al llegar a Los Ángeles, lo primero que hizo fue ir al estudio en donde Jeno trabajaba, y el encontrarse a Mina no iba a arruinar sus planes, esperó a su novio y cuando lo vio bajar no pudo sentirse más feliz, estaba dispuesto a que ese día fuera el mejor de su vida.
-¿Recuerdas cuando organizaste esa cita para mí? - Preguntó el de cabello azul.
-Claro, fue un día perfecto, ese día nos dimos nuestro primer beso.
-Bien, quiero devolverte el favor.
-Pero esa cita en Japón fue...
-No, quiero hacer algo por mí mismo esta vez, en esa ocasión tuve mucha ayuda, así que ¿Estás listo Lee?
Jaemin tomó su mano y lo primero que hizo fue llevarlo al paseo de la fama, caminando por esas estrellas, leyendo muchas y comportándose como fanáticos cuando leían el nombre de alguna celebridad que admiraban, el rubio había llegado mucho tiempo atrás a Los Ángeles, pero con la tristeza que invadía a su corazón en ese momento, no había siquiera pensado en conocer la ciudad.
-Te imaginas Jeno, tu nombre algún día podría estar aquí.
-¿Tú crees?
-Claro que lo creo, tú eres increíble.
No dudaron en darse un pequeño beso, siguieron con su recorrido tomados de la mano y regalándose miradas coquetas, tomaron un taxi el cual los dirigió a su siguiente parada. El muelle de Santa Mónica era un lugar muy concurrido, lleno de puestos de comida y juegos mecánicos, Jaemin sabía lo mucho que el mayor amaba eso, así que cuando su búsqueda en el teléfono le arrojó ese lugar, no dudó en ponerlo en su lista, no se equivocó cuando sabía que el más alto se emocionaría, el tiempo ahí fue extenso y tuvo que acortar la lista pues estuvieron en cada atracción que pudieron y jugaron cada juego que se les atravesaba en camino, haciendo que ambos cargaran muchísimos peluches, comieron pizza y hamburguesa entre risas y carcajadas. La noche estaba cayendo y Jeno como un buen novio le ofreció al más pequeño su departamento para quedarse.
