In My Mind

XXVII

Con el pasar de los dígitos de lo que llaman vida he descubierto lo adictiva que es la inestabilidad mental, la enfermedad; uno vive constantemente con ella, la puede hasta llegar a sentir placentera, masoquismo, se vuelve cada vez más necesario de emociones cardíacas para exaltarse, sentir la adrenalina, es como un reto constante que nos merecemos. Lo difícil es cuando se quiere salir del ciclo destructivo, se volvió tan común que se tiene miedo a como será la vida sin él (¿cómo era antes?). Parece imposible, lo sé, pero con tanto jodido esfuerzo se puede avanzar, el reto es no caer nuevamente, una lucha constante por no entrar a una zona de confort autodestructiva. Una maldita droga, podés vivir años sin ella y en el mínimo segundo de debilidad te consumirá como efecto rebote de tu osadía por querer vivir.
Es imposible saber que seguirá después, ¿que te asegura que podrás salir y seguir con las voces que te quieren opacar?, la vida es estúpidamente cruel, te pondrá retos cada vez más grandes dónde deberás demostrar que mereces respirar este asqueroso oxígeno, dónde puedes tener metas y cumplirlas como una persona normal. ¿Quieres ser feliz? solo hay que luchar, y aún así puede que ni baste, caerás un millón de veces teniendo que levantarte y seguir repleto de barro y mierda hasta la cabeza.
Solo llora cuando quieras hacerlo, grita cada vez que el corazón pese, ríe si alguien se cae y vive tu vida como si mañana no existiese.

¿si fueras a vivir en tu próxima vida lo que vives en esta, de qué te arrepentirás no haber hecho ?.