Un mensaje.

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Ir a la tienda ya era de mis actividades favoritas, bueno a veces... ya que cuando iba acompañado rezaba para que nadie viera lo que  Alison hacía, pero cuando iba solo era todo lo contrario rezaba para que ella fuera quien me atendiera que desde que supo lo de mi fetiche de pies mis posibilidades de encontrarla aumentaron mucho.

Ya era mas común verla y cuando la veía siempre usaba zapatos abiertos, que realmente me embobaban y me encantaban. Era todo un placer llegar a la tienda, aunque era muy arriesgado ya que podían descubrirnos, aún así ella me provocaba con sus pies... cada que pedía algo de comer ella lo abría y ponía sus pies dentro, algunas veces solo cuando era mía la comida. 

Una vez pedí unas papas y ella las abrió, metió sus dedos dentro para aplastar las papas y darles el sabor de sus pies, un sabor muy delicioso y peculiar que me encanto ahora cada vez que voy por unas papas ella sabe darle ese sabor que tanto me gusta, si tengo suerte y soy el único que esta, me deja pasar a lamerle sus increíbles pies, pero como ella tiene una personalidad muy dominante me hace chuparle los pies como ella quiere, lo cual me encanta muchísimo, un día después de esa anécdota ella me pidió mi número de celular para ir más allá que una simple vista a la tienda a lo cual yo no me negué.

Regrese excitado, deseoso de lo que me proponía, un contacto a sus pies mas allá de que se los adorara, sería el siguiente paso en la relación si es que se le puede decir así. 

Llegue emocionado a mi casa esperando el mensaje, pero creó que a ella le encantaba hacerme sufrir, porque  no me llego ningún mensaje en todo el día y en la semana posterior, lo más triste del asunto es que no podía ni verla en la tienda ya que no tenia razón para ir y ya había gastado suficiente en comida que no necesitaba que tenía que ahorrar, por lo que no iba. Pero un día.   

???: Hola, me extrañaste?

???: Te ha enviado una foto. 

al entrar al chat, era una foto de sus deliciosos pies, claramente era ella no había otra persona que supiera de mi fetiche de los pies.

- Hola, si extrañaba mucho tus increíbles pies . 

A: Que bueno porque será la única foto que te enviare de ellos.

Justo después de recibir su mensaje borro la foto para todos, por lo que quede muy decepcionado ya que no le había tomado captura de pantalla.

- Que mala que eres. 

A: Bueno, si quieres ver mis pies porque no vienes ahora. 

Al ver ese mensaje, entendí rápidamente lo que me quería decir así que me apresure para ir a verla, llegue toque el timbre deseoso de verla a ella y a sus increíbles pies, pero para mi sorpresa no fue ella quien me atendió sino su tía, quede decepcionado y regrese triste a mi casa. 

A: JAJAJAJAJJAJA.

A: No puedo creer que si fueras jajajajaja, casi no se nota lo desesperado que estas por mis pies. 

- No me gusto la broma. 

A: Owwww mi perrito se enojo?

- Jajajaja que graciosa

A: Mmmm alguien esta enojado. 

A: 

A: Ahora si es para tí

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A: Ahora si es para tí

A: Puedes venir para lamerlos, si quieres. 

- No, ya no te creo. 

A: Esta bien, creo que tendré que estar sola aquí. 

- Si, ni modo. 

A: Ya que me había echado miel en mis pies y esperaba tu lengua entre ellos.

- AAAAAAAA, ESTO ES VERDAD, SI NO PARA NO IR?

A: ¿Qué no confías en mí? 

- NOOOOO

A: Bueno tendrás que tener fe en mi y venir. 

- AAAA demonios, pero si es otra broma, no iré otra vez 

A: Lo veremos. 

Fui nuevamente, a comprar ¿que?, quien sabe, otras papas o una coca cola, pero esperaba no tener que comprar nada si no disfrutar de unos hermosos pies con miel aun así tenía el plan b que eran comprar una coca.

Llegue a la tienda y ahí estaba ella. 

- Aaaa ahora sí?

A- No sé de que hablas he estado aquí tooodo el tiempo.

- Que graciosa eres.

A- Bueno... que quieres comprar 

- Mmm... ya sabes por que vengo.

A- No, no se dímelo.

- Vengo por tus pies -dije susurrando- 

A- No te oigo. 

- Vine por tus pies!

A- Bueeno... pídelo por favor 

-Me das tus pies por favor!

A- Pero que obediente eres... me gusta. 

Ella, alzo los pies y los puso en la parte para atender, en la mesa donde se ponen las cosas.

A- Viniste por esto?, adelante.

- Y la miel?

A- Pensé que te gustaría a ti ponerla.

- Si, si me gustaría... pero por ahora simplemente así.

A- Bueno aquí esta la miel por si mas adelante quieres ponerle, oo te gustaría chocolate o lo que te plazca. 

Ya estaba teniendo una erección con las posibilidades que me daba de poder tener algo dulce en sus pies, ella me daba a elegir y me encantaba.

Primero comencé oliendo sus pies, que tenían un olor agrío que me fascinaba, todo el día con sus pies cansados, se podía ver el sudor en sus pies y me encantaba, estaba oliendo y masajeando sus pies impregnando su aroma en mis manos, junte sus pies y comencé a acariciar sus dedos, metiendo mis dedos entre sus dedos de los pies. 

Seguí acariciando sus pies, su olor comenzó a llegar a la nariz y mi pene ya estaba realmente duro, junte sus pies, dejando ese espacio que se hace, comencé a meter mi dedo y sacarlo fingiendo que es mi pene el que sentía y disfrutaba de un footjob. 

Yo ya no podía más quería que mis dedos que entraban y salían de  sus pies fuera mi miembro, estaba disfrutando que sin pensarlo me abalance a sus pies y comencé a chuparle los dedos, su sabor esa salado y agrío era donde mas se concentraba el sabor a su cansancio, seguí lamiendo y disfrutando de sus pies, lami sus plantas sabía bastante a sudor, salado , su aroma me llenaba la nariz que me encantaba.

Recordé que tenía miel, para saborear sus pies con otro sabor, dulce y salado, estaba abriendo la botella mientras mi boca seguía chupando todos sus dedos cuando de repente alguien la llama, rápidamente saque mi boca de sus pies dejándolos todos babeados y con mucha saliva. pero rápidamente los oculto en sus sandalias y fingio cobrarme.

Era su tía la que le llamaba, yo solo pague por la miel y me fui. esperando que no se haya dado cuenta.  

Unos pies y una tienda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora