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PASADO

El día de la pista de patinaje

Todo el mundo se deslizaba con gracia por la pista de hielo excepto Jimin,que se aferraba a la barandilla con ambas manos mientras intentaba mover las piernas tal y como observaba hacer a Jungkook y a su acompañante, una omega muy atractiva que parecía haber nacido para ello.

Recorrió la pista de hielo con los ojos para buscar a Eunwoo, quien pese a conocer su nula destreza para el patinaje le había dejado solo con la excusa de que regresaría en cinco minutos.Ya habían transcurrido quince.

Contempló con envidia a la acompañante del primo de su novio y una incómoda punzada de celos se asentó en su estómago. Jungkook agarraba la mano de la omega y hacía chistes que provocaban las carcajadas de la chica. Lo estaban pasando en grande mientras el los contemplaba con tristeza, pues deseaba que Eunwoo fuera tan atento como lo era Jungkook con su nueva conquista.

Generalmente le duraban tanto como un pañuelo de papel sin usar, hecho que siempre había irritado a Jimin, pero no podía negar que él siempre se mostraba cortés y que los omegas parecían disfrutar de su compañía.

Resopló antes de intentarlo de nuevo. Tenía los pantalones húmedos debido a las múltiples caídas experimentadas y las manos enrojecidas por el contacto con el hielo. Imitó la postura de Jungkook, por lo que inclinó el tronco ligeramente hacia delante, flexionó las rodillas y se deslizó por el hielo unos segundos antes de perder la postura y caer de culo.

Desde la distancia pudo escuchar la carcajada que soltó Jungkook. Parecía que pese a su acompañante, siempre lo estaba observando en los momentos más inoportunos. Humillado y solo, Jimin trató de ponerse en pie, pero estaba demasiado lejos de la barandilla para sujetarse a algo firme. De repente, sintió como unas manos lo asían de la cintura y lo incorporaban del suelo.Al ladear la cabeza, vio a Jungkook y una sensación cálida le oprimió el estómago.

-Gracias -musitó contrariado.

Jungkook se colocó a su espalda y sujetó su cintura con ambas manos.

-No te pongas rígido. Trata de mantener la postura, inclínate un poco hacia delante... sí, así... -ordenó contra su nuca.La respiración cálida le acarició la piel.

-Ni se te ocurra soltarme -exigió con brusquedad Jimin. Al percatarse de lo injusto que era, añadió-: por favor.

Jungkook deslizó las manos por su cintura.

-Estoy aquí.

-Llévame hacia la barandilla. Creo que tu acompañante se está impacientando.

En efecto, comprobó que la omega los acribillaba con rabia y desconfianza desde la distancia.

-Ella sabe valerse por sí misma -comentó en tono indiferente.Deslizó suspies y los de Jimin se movieron por el impulso.

Jimin soltó un gritito debido a la excitación y la angustia.

-Relájate y no tengas miedo. No voy a permitir que te caigas.

El castaño asintió y confió en él. Lo sujetaba con tal firmeza que el se sintió seguro sobre la pista de patinaje.

-¿Sabes dónde está Eunwoo? -preguntó de pronto.Notó que él se ponía rígido.

-Qué más da.

Abrió los ojos debido al frío, y dejó de pensar en aquel novio que había vuelto a dejarlo tirado. Estaba disfrutando de la compañía de Jungkook, de su contacto y de no tener miedo al patinar.

-¡Estoy patinando! -exclamó feliz sin poder contenerse.

Jungkook soltó una carcajada.

-Sí, lo estás haciendo. No era tan difícil.

AMOR A SEGUNDA VISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora