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TW: Este capítulo trata temas sensibles como el abandono, el maltrato y el suicidio. Se recomienda discreción.
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~||Narra Shiko||~
Hikyo estaba visiblemente sonrojado cuando lanzó su pregunta. Rasha y Dakhira le miraron asombradas, con brillo en los ojos. Por como han reaccionado quiero imaginar que ya sabían algo y Hikyo algo les habría estado contando cosas cuanto yo no estaba presente. Mi corazón iba a mil por hora en ese momento. Realmente se me ha adelantado. Me quedé un momento fijo en su mirada felina, entonces respondí.
—Justo estaba pensando en preguntarte lo mismo —reí—. Si, la verdad es que me encantaría salir a dar una vuelta y cenar contigo.
Rasha y Dakhira gritaron de emoción al oír mi respuesta. Todas nos miramos y reímos juntas. Hikyo cerró los ojos y se encogió, emocionado, y tras unos segundos, me miró con sus grandes ojos turquesa que se clavan en mi.
—¿Cenar? Yo te he propuesto dar una vuelta, pero tú te has lanzado a proponerme una cita. —dijo, mientras me observaba con intensidad—.
—Eh ¿¡qué!? Bueno, eh, no sé, no era la intención, es solo si quieres, claro. —comencé a balbucear como el bobo ridículo que soy. ¿He interpretado lo que no era? Ay Dios... —Lo siento, no pretendía...
Si no fuera porque soy un perro, sería el momento perfecto para decir que me cae una gota de sudor frío por la nuca, pero los perros no sudamos. Aun así, un escalofrío me inundó todo el cuerpo, raudo como la lluvia que cae en la tormenta. Pero en ese momento Hikyo me miró serio por unos segundos, mas era imposible no notar que estaba aguantando la risa y de golpe comenzó a reír a carcajadas.
—Ay Shiko, no pasa nada, en serio, era mi intención, si, me encantaría ir a cenar contigo. —dijo mientras se quitaba alguna lágrima de reír y calmaba su respiración—.
—¡Jesús, QUÉ ALIVIO! -grité mientras una sonrisa estúpida se marcaba en mi rostro— joder.
—Hace unas semanas que llevo planteándome preguntarte esto, Shiko, aunque estoy seguro de que no tanto tiempo como tú, ¿verdad?
Respiré profundamente antes de contestar, intentando calmarme.
—La verdad es que no he sido especialmente sutil últimamente. Pero sí, llevo queriendo preguntarte algo así desde hace bastante tiempo, desde principios del curso pasado.
—¡Wow! Eso es mucho más de lo que pensaba.
—Si... La verdad es que ha sido mucho tiempo. Pero me alegro de que este momento haya llegado. Ya te contaré más cuando nos veamos este finde.
—Luego hablamos de los detalles —respondió guiñándome un ojo—.
Tras eso, pedimos la comida y disfrutamos del momento y de la compañía. Pasamos un par de horas allí, charlando, divirtiéndonos y deleitándonos con buena comida. Finalmente llegó la hora de marcharnos. Nos despedimos y cada uno seguimos nuestro camino.
Yo me quedé muy pensativo de camino a casa de mis padres. Si bien estoy muy ilusionado con mi cita con Hikyo aún tengo miedo de que los fantasmas de mi pasado puedan venir a acosarme y a arruinarme el día. Deberé meditar mucho estos días (todo el tiempo posible dentro de mi límites, claro) y hacer mucha introspección. Poder estar en paz conmigo mismo y con mi pasado es muy importante, por doloroso que pueda ser. Quiero decir, estoy seguro, o más bien, sé que es imposible que en unos pocos días solucione mis problemas de la nada y sin acudir a profesionales que me guíen, pero creo que darle un par de vueltas al tema será necesario. O no, realmente no lo sé. Los nervios van a devorame si sigo así, no sé ni lo que digo ya, necesito descansar.
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Almas Encendidas
DragosteShiko y Kiyō, dos estudiantes de tercer grado de geología mineral aplicada y dinámicas geotérmicas terrestres. Enfrentados desde el primer año, una rivalidad férrea como el metal y caliente como el magma les une y los separa. Kiyō, fennec arrogante...