TRES

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Sábado. Hacía un día precioso, el sol relucía y se respiraba aire puro. Heeseung terminó de hacer el trabajo de clase y salió al porche.

La verdad es que al peliazul le han estado retumbando muchas cosas en la cabeza. La primera era que, qué pensaría Beomgyu sobre él, si alguna vez la vio como algo más que su vecino de al lado. Al fin y al cabo Heeseung era un chico agraciado a la vista de todo el mundo, tal vez para Beomgyu también. La segunda era por qué no podían retrasar los trabajos de química unas semanas más ya que lo estaba superando, y la tercera... ¿Por qué aceptó aquel trato con Sunoo? Ah sí, para efectuar el punto uno.

Estos días el pelirosa fue super atento con Heeseung, tanto dentro como fuera de clases. Cualquier cosa que necesitaba, cualquier muestra de cariño que pudiera darle, lo que sea, si había ocasión lo hacía. Y a Heeseung, en el fondo, le estaba empezando a gustar esa sensación de tener a alguien ahí para ti. Supongo que eso es lo que se sentía al tener pareja, o era lo que Sunoo pretendía con este trato.

Heeseung se sentó en el porche y sacó su libro de bolsillo. Le relajaba ponerse a leer y más en ese ambiente, creo que aquello era una de sus mayores serotoninas, claro, después de los videojuegos.

En minutos le llegó un mensaje.

Kim Sunoo: Qué lees? 👀

Heeseung leyó el mensaje pero no se molestó en responder, simplemente volvió a bloquear el móvil y siguió leyendo.

Poco después escuchó un portazo en la puerta del vecino y por inercia miró hacia allá. Era Sunoo, cómo no. El peliazul rodó los ojos y siguió leyendo, pero no más de un minuto después escuchó a alguien carraspear.

—Toma tus cosas, vamos a hacer algo.

—¿Perdón?

—¿Somos novios, recuerdas? Toma tus cosas — Sunoo sonrió.

—Ughhhhhh, eres insoportable —dijo refunfuñando y entró en casa para dejar su libro. Se acabó la sesión de lectura por hoy.

Sunoo mientras fue hasta su coche y le abrió la puerta para que Heeseung entrara.

—Puedo hacerlo solo, eh.

Sunoo rodó los ojos y entró dentro del coche.

—¿Dónde vamos?

—Es una sorpresa —dijo sonriendo pero al girarse para mirarlo frunció el ceño—. Uhmm, Heeseung...

—¿Qué pasa?

—El cinturón.

—Ah si, es verdad —se inclinó para ponerselo —. ¿Eres un obseso de esos que quiere todo meticuloso en el coche?

—No, lo que no quiero es que tengamos un accidente y te pase algo.

—Muy tierno de tu parte —rió.

—Oye... ¿Puedes dejarlo ya?

Heeseung giró su rostro para mirarlo. Sunoo estaba serio.

—¿Dejar el qué?

—De ser tan borde, tan así —dijo mirando al frente —. No te he hecho nada, lo único que hago es tratarte bien, y ahora te estoy llevando a un sitio porque quiero darte una sorpresa y siento que te la mereces. ¿Podemos llevar la fiesta en paz? Simplemente tú y yo, ese era el trato, ¿no? —dijo aquello último dándole una mirada a su falso novio.

Heeseung se quedó en silencio unos segundos. No esperaba aquellas palabras. Si que era cierto que Sunoo jamás le había hecho nada malo, que lo cierto era que su único problema es ser torpe, pero quizá esta vez el pelirosa llevaba razón.

𝗱𝗲𝗮𝗹 ▪︎ 𝙝𝙚𝙚𝙨𝙪𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora