La obsesión de Harry Potter

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Después de salir de su clase de encantamientos Lyra se separo de sus amigos para abordar a Neville Longbottom.

— Hola Neville — el niño pego un brinco al escuchar la voz de Lyra — ¿Cómo has estado?

— Lyra — ella le sonrió con dulzura haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo entero del heredero Longbottom — Muy bien gracias, ¿necesitas algo? ¿A que has venido?

— No, por ahora solo vine a recordarte que el tiempo que te di se está agotando — cualquier rastro de inocencia que tenía en su dulce rostro se desvaneció — Me considero una persona muy paciente Neville...pero todo tiene un límite en esta vida y el de mi paciencia esta apunto de llegar al suyo

Él asintió dándole la razón.

— Eso lo tengo muy claro — dijo relajando su postura — Ya tengo tu respuesta, mi abuela y yo estamos de acuerdo con tus ideales pero...ella aún tiene sus dudas con respecto a tu edad y tus alcances

— Eso lo puedo entender perfectamente y por esa razón deseo tener una reunión con ella lo más pronto posible — un pequeño Gryffindor ojiverde miraba a la Black con anhelo ganándose una mirada de reproche de sus amigos — Sí estas de acuerdo hoy mismo podría ser tu iniciación

Neville no lo pensó ni un solo segundo.

— Por mi esta perfecto, ¿En dónde te veo? — pregunto un poco emocionado de que por primera vez en su corta vida; él pudiera ganarse el respeto y la admiración de alguien por algo que haya logrado por sus propios medios y no por los del resto de su familia

— Por eso no te preocupes, yo mandare a alguien por ti — respondió tranquila recibiendo un asentimiento respetuoso — Hasta esta tarde Neville

(...)

La Slytherin iba caminando por uno de los pasillos hacia las mazmorras después de ir a explorar el castillo en busca de la Cámara de los Secretos.

— ¡Lyra! — se escucho el grito del Gryffindor haciendo que la azabache caminara más aprisa y fingiera no haberlo escuchado — ¡Lyra!

El Potter corrió lo más rápido que pudo y se puso enfrente de la Black.

— ¿Qué necesitas Potter? — pregunto en un falso tono dulce haciendo que el niño se le quedara viendo embobado — ¿Potter? — volvió a hablar agitando su brazo de arriba hacia abajo para que el mocoso frente a ella reaccionara 

— Ah si lo siento, es que me perdí en tu mirada — Lyra frunció el ceño y eso puso a Harry más nervioso "Carajo no debí hacerle caso a Dudley, ahora ella piensa que soy un idiota" pensó el ojiverde — Es que hace tiempo le platique a mi tía Petunia sobre ti y pues te mando unas galletas de vainilla con Dumbledore...también me dijo que estas invitada a mi casa en las vacaciones de navidad 

Lyra recordó el paquete de galletas que estaban en el escritorio del viejo pasa esta mañana y efectivamente eran las mismas que traía el azabache en sus manos. La niña sabía que esas galletas contenían Amortentia, por que de acuerdo a las clases que su tía Narcissa le había dado sobre dicha poción; la Amortentia huele a las cosas que más te atraen y el olor varía según los gustos de cada persona; ese paquete en particular olía a Manzanas verdes, Palo de escoba, Chocolate semi‐amargo y al perfume que usaba cierto rubio.

— ¿Por qué le hablaste a tu tía sobre mi? — pregunto con seriedad poniéndose las manos en la cintura

— Es que me caes muy bien y yo...bueno — exclamo reuniendo toda su valentía — Yo quería mi familia supiera acerca de mi futura esposa 

— Disculpa — el tono sorprendido e irritado de Lyra resonó en todo el pasillo  

— Dije que serás mi futura esposa — repitió muy confiado de sus palabras al recordar la promesa que Dumbledore le hizo sobre la niña — Mi tía Petunia dice que mi primo y yo nos merecemos lo mejor...y bueno tú eres lo mejor que he visto en mi vida 

La Última Black (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora