Capítulo 8

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¡Hola, Hola! Lamento tanto la demora, pero es importante que lean esto, ¡por favor! La parte dos la acabo de añadir a este mismo capítulo para ya no abrir otro, en un momento subo el nueve. 

¡Lxs adoro! Y espero que les guste. 

...

Muchas veces juzgamos las cosas malas que nos suceden, maldecimos cada una de ellas y siempre intentamos culpar a alguien o a algo, cuando en realidad, lo único que debemos entender es que no podemos controlar todo y... que cada una de las cosas malas que nos pasan nos dan una lección más fuerte que las buenas.

¡Gulf! ¡¿Me escuchas?! ¡No te duermas! ¡Por favor! ¡Vamos camino hacia el hospital! ¡Escúchame! ¡Soy Nin! ¡Tu tía! ¡Cariño, escucha mi voz, no te duermas! ¡Te necesito vivo! ¡No puedo perderlos a los tres, por favor!

Aunque hay veces en las que realmente por más que te esfuerces en creer que lo que ha pasado te hará más fuerte, siempre te rompes y siempre el dolor te va a derrumbar. 

¡Gulf! ¡No te duermas! ¡Gulf!

Pero a pesar de que no te sientes listo ni con fuerzas de al menos moverte, tienes que salir.

¡Gulf...!

Escucho los gritos de mi tía de hace doce años como si los tuviera de nuevo al lado mío. Como gritaba mi nombre rogando que no me durmiera.

Plantita. 

Frunzo el ceño al escuchar otro apodo que conozco pero no es la voz de mi tía, es más grave y me hace sentir extraño.

Y otra vez recuerdo todo. Aunque todo se vea difícil, mis padres siempre me dejaron algo muy claro, tienes que vivir a pesar de los problemas. Tienes que... despertar.

—¡Plantita!—Escucho de nuevo esa voz, vuelvo a sentir esa extraña sensación.—¡Reacciona!

Yo conozco esa voz. La conozco muy bien.

Es Mew. 

Entonces siento por fin todo el peso de mi cuerpo y el dolor que me hace despertar de golpe, si antes no lo sentía supongo que fue por la adrenalina en mi cuerpo. Mierda.

Abro poco a poco los ojos y lo primero que veo es un volante, lo que me hace fruncir el ceño. Sin embargo, otra ola de dolor me invade, suelto un quejido. Todo está obscuro. Y siento que estoy sentado en una superficie. Estoy en un auto.

—¡Gulf!—Volteo hacia la voz que me habla y por fin logro verlo. Mew me sujeta de uno de mis costados, al parecer creo que me he movido mucho, lastimándome más entonces él ha impedido que me mueva, está demasiado cerca pero por alguna razón no me molesta que lo esté. 

Por la obscuridad y tal vez lo aturdido que estoy, no puedo verlo con exactitud pero tiene una expresión entre asustada y preocupada. 

Suelto otro quejido pero estiro mi mano hacia su muñeca de la mano que me sostiene, y la aprieto levemente.

—Mew...—Mi voz sale más quebrada y ronca de lo que espero e incluso me arde, hago una mueca.

Él suspira al parecer aliviado y me revisa más atento. No suelto su muñeca, me da miedo soltarla, los recuerdos de lo que acaba de pasar hace no sé cuanto tiempo exactamente vuelven a aparecer en mi cabeza, mi cuerpo tiembla y me siento asqueado.

Siento sus manos alrededor de mí, sosteniéndome delicadamente, aún así duele pero estoy temblando y me cuesta respirar que tenerlo cerca es mejor que cualquier cosa en este momento. No sé como mis manos reaccionan pero me aferro a él y mis lágrimas vuelven a salir.

Querido novio, ¡como te odio/te amo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora