ii.

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EL PARTIDO TERMINÓ con el gane a los Patriotas y todos en el estadio no cabían de la felicidad. Chris y Scott habían llorado por un buen rato y Pratt solo los miraba molesto.

Anna y Alessandra los miraban con diversión.

—Me alegra mucho haberte conocido, Ale —Anna le dio un abrazo de despedida—. Espero poder verte más seguido.

—Lo mismo digo —sonrío.

Los tres esperaron a que Anna y Pratt subieran a su automóvil y se marcharan.

— ¿Qué tal unos tragos para festejar? —Scott los miro con una sonrisa gigante.

—Lo siento, en Estados Unidos sigo siendo menor de edad... y tengo una tesis que terminar —la castaña hizo una mueca de cansancio.

Chris la miro pero no dijo absolutamente nada como en todo el partido. Alessandra estaba confundida pues en la cafetería habían hablado de lo más normal y ahora ni siquiera un hola le decía.

—Entonces... ¿te llevamos a tu casa? —Scott fijo su vista en Chris quien asintió.

—No quiero causar molestias.

Chris negó rápidamente—. No es una molestia para nada —finalmente le dirigió la palabra.

—Andale, no te hagas del rogar —Scott le dio un empujoncito.

Los tres volvieron al automóvil de Chris.

—No —la italiana quito a Scott para subirse en los asientos de atrás.

Scott le miro ofendido subiéndose enfrente.

—Dirección —Chris la miro por el retrovisor.

Alessandra le dio la dirección de su piso y entonces Chris se dio cuenta que se trataba de la Escuela de Negocios de Harvard.

— ¿Harvard?

—Beca completa —dijo con orgullo—. La obtuve con mucho esfuerzo y lágrimas.

—Eso es increíble, Ale —Scott la miro asombrado.

El camino a la escuela fue silencioso, solo se escuchaba la música que sonaba de la radio y de vez en cuando Scott decía cosas random.

—Llegamos —Chris se estacionó afuera del edificio.

Alessandra suspiro tomando sus cosas—. Muchísimas gracias chicos —sonrío—. De verdad me divertí demasiado.

—Adiós Aleee... —Scott miro a su hermano expectante pero este solo espero a que la italiana entrara a su edificio para avanzar—. Eres un idiota —se burló.

— ¿Qué?

—Eres un idiota —le volvió a decir—. Literalmente Donna, Fryda y yo estuvimos haciendo todo lo posible porque le pidieras al menos su número... ¡Idiota!

—Tiene diecinueve —le recordó obvio.

—Ya mero cumple los veinte.

—Pero sigue siendo menor.

Scott rodó los ojos—. Siempre hemos escuchado que para el amor no hay edad y tu quedaste flechado, no le hagas —murmuró—. ¿Qué son nueve años?

— ¿De verdad vas a seguir?

—Si, voy a seguir hasta que te des cuenta que probablemente ella sea la mujer de tu vida y la dejaste ir por tonto... ¿qué pasa si nunca te casas? ¿y si perdiste la oportunidad de tener todo ese equipo de fútbol que tanto quieres y deseas?

Chris negó cansado—. Creo que la ida por tragos se cancela.

—No no no —rápidamente Scott se calló.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2022 ⏰

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LOVER,  alesandra and chris evansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora