DIA 200. DESCUBRIR

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NICK
Tenía mil dudas en la cabeza respecto a que debía de hacer, quería que Charlie disfrutara el momento tanto como yo. Somos un par de ingenuos que no acabamos de entender todo esto a pesar de que él tiene 17 y yo 18, nunca habíamos... bueno ya saben, éramos completamente vírgenes.
Pero estando solos en esa cabaña junto al mar decidí que sería bueno tener el primer acercamiento sexual con Charlie, después de todo ya llevábamos poco mas de medio año saliendo juntos y aún no traspasábamos el umbral de solo besarnos. A decir verdad, hace mucho que deseaba este momento, tenerlo así justo como en este momento.
Mi boca esta unida a la suya dándole un tremendo beso, muerdo y chupo un poco sus labios, lo tengo abrazado apoyando mi mano en su espalda, bajo mi mano recorriendo su espalda con un dedo lo que lo hace estremecerse, tomo su ropa interior y la deslizo suavemente hacia abajo y lo miro a los ojos, Él me ve y sus mejillas se ruborizan. Rápidamente también me despojo de mi ropa interior, para ser honesto me siento un poco avergonzado ya que es la primera vez que estamos desnudos pero mi cuerpo es tan atlético debido al rugby que realmente quería mostrárselo jaja. Hago un movimiento suave y con facilidad quedo montado sobre de él. Charlie es tan pequeño y delgado que puedo moverlo muy fácilmente. Empiezo a besarlo apasionadamente en todo el cuerpo ante su mirada llena de asombro. Bajo lentamente por su vientre, tomo su erección con la mano y me la llevo a la boca. Y empiezo a succionar suavemente ante el asombro de Charlie que ahora respira entre cortado.

CHARLIE
Wow wow wow, no se que es este frenesí tan intenso de emociones, pero Nick me hace sentir en las nubes. Para ser franco esta haciendo un estupendo trabajo a pesar de haber estado confundido con su sexualidad un tiempo, si que sabe que hacer....
Lo miro y esta prendido a mi succionando una y otra vez, Dios verlo de esa forma me hace desearlo aún más. Me siento desfallecer no puedo creer que este aquí y ahora con el rey del rugby. Sonrió para mis adentros.
De pronto me suelta bruscamente y se acuesta a un lado de mi, semisentado recargándose en el montón de almohadas que teníamos.,
—Tu turno—Me dice señalando con una sexy mirada su erección.
Sin tiempo que perder me acuesto entre sus piernas y comienzo mi trabajo, vaya es enorme que apenas si cabe en mi boca. Sabía que puede aumentar de tamaño con la erección ¿pero esto? Wow y es todo mío. No me siento con la seguridad de estar haciendo las cosas bien pues apenas si lo he podido meter a mi boca, pero Nick me pone una mano en la cabeza y me sostiene para que vaya mas profundo. Cielos... Ambos estamos realmente excitados, aunque no sabemos con exactitud que hacemos.

NICK
Estoy tan excitado que podría terminar ahí mismo en su boca, pero me contengo. Quiero que él sea el primero, pero Dios me excita tanto.
—Ven aquí Charlie—. Y di unas palmaditas en la cama a un lado de mí. El obediente como siempre se tumbo a un lado mío. Su respiración era agitada. Tome su cara con delicadeza y empecé a besarlo, acaricie su cabello, sus mejillas...
—Te amo Charlie—. Le dije entre besos
—Te amo más!—. Contesto acariciándome la mejilla
Baje mi mano y tome su erección nuevamente y empecé a masturbarlo. De eso si tenía seguridad del cómo hacerlo ya que honestamente me había masturbado en varias ocasiones pensando en él. Charlie era también virgen en eso supongo, lo pude comprobar al ver que sus manos no eran tan agiles como las mías jaja.
—Detente Nick, creo que voy a terminar—.Me dijo suplicante
—Espera un poco cariño, quiero que terminemos los dos juntos.
Empecé a masturbarme también al tiempo que lo masturbaba a él.
—Nick ya no aguanto.... Ooh Nick—. Lo escuche gemir y de pronto toda mi mano estaba cubierta de sus semen, lo que provoco una avalancha de excitación y me hizo terminar ahí mismo también a la vez que pronunciaba su nombre...
—Charlie....

CHARLIE
Al día siguiente entramos juntos a la ducha y jugueteamos un poco bajo el agua de la regadera, en realidad teníamos que aprovechar bien esos momentos ya que Dios sabe cuando podríamos volver a estar a solas de nuevo para un momento así. En mi casa ni pensarlo...
Mis manos recorrieron el bien formado cuerpo de Nick bajo el agua de la regadera, mis manos acariciaron sus brazos, su abdomen... Cielos es tan perfecto
Una hora más tarde, era tiempo de decir adiós a la playa, teníamos que volver a casa. Mientras Nick guardaba las ultimas cosas en la maleta, yo miraba melancólico la habitación. Nunca olvidaría lo que sucedió aquí la noche antes. Una nalgada de Nick me saco de mis pensamientos.
—Nos vamos Charles—Me dijo con una sonrisa, parecía estar de muy buen humor. Lucia radiante. Tomo nuestra maleta para cargarla y me apresure a cargar yo la mochila pero me la arrebato de las manos y se la puso al hombro
—Déjame ayudarte—.Le reñí
—Nop-—. Me dijo con una sonrisa y se coloco sus lentes oscuros, esos que lo hacían lucir como un artista de cine. Es tan guapo.

NICK
Es tarde tomamos carretera con rumbo a nuestras casas. Saliendo de la playa Charlie encendió el estéreo y puso una canción llamada "Boyfriend" de Best Coast y me dijo algo de que se identificaba mucho con esa canción antes de que comenzáramos a salir, me pareció encantador.
Una hora más tarde estábamos a punto de llegar y Charlie se había quedado dormido. Lucia tan tierno acurrucado en el asiento con sus lentes oscuros puestos y sus cabellos ondulados tapándole un poco su frente. Si no hubiera ido manejando juro que me lo como a besos en ese instante. Rápidamente saco mi teléfono y le hago una fotografía y el sonido del obturador de la cámara lo despierta.
Se incorpora y quita los lentes obscuros y se frota los ojos tiernamente.
— ¿Ya llegamos? —pregunta aún medio dormido
—Ya casi.
—Nick, pero no vayas pronto a mi casa vamos primero a la tuya, tengo permiso hasta la hora de la cena.
—Muy bien, tu mandas.

CHARLIE
Esa tarde llegamos de la playa a la casa de Nick y grande fue nuestra sorpresa que su Madre no estaba en casa, había ido a tomar el te con unas amigas y volvería hasta tarde. Nos recostamos y nos tomamos de la mano. Ninguno de los dos pronunció palabra. Fui yo el que hablo primero.
—Me ha encantado este fin de semana, gracias por todo Nick, nunca lo olvidare.
—No tienes nada que agradecer quiero hacerte feliz—. Y me dio un beso en la frente.
—Nick ¿puedo pedirte algo?
—Lo que quieras... tu manda y yo obedezco
—Puedes hacerme terminar otra vez—. Le dije y me cubrí el rostro avergonzado y de pronto me arrepentí pues no quería forzar las cosas.
—No olvídalo, no tienes que hacerlo, no supe lo que dije...
—Pero que dices, lo estaba deseando desde hace un rato—. Me dijo esto desabrochándome rápidamente los jeans y tirando de ellos fuertemente para quitármelos. Me dejo desnudo de la cintura para abajo y se prendió a mi con la misma intensidad que la otra noche. Cerré los ojos inmerso en esa burbuja de placer que mi novio el rey del rugby me daba.

El Amor de Nick y Charlie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora