DIA 340. VIAJE

2.7K 105 15
                                    

NICK
Se llegó el día que tendríamos que volar a ver a mi hermano, era temprano y estábamos en el aeropuerto y Charlie parecía demasiado nervioso, mi Madre y yo pasamos por el temprano y yo prometí a sus padres que lo cuidaría mucho. Fuimos a desayunar para hacer tiempo ya que el vuelo se retraso dos horas. Nos trajeron el desayuno y conversábamos los tres alegremente pero conforme avanzaba el tiempo pude notar que Charlie apenas si había comido dos bocados, puedo imaginar lo estresado que esta ahora, sobre todo al tener que comer delante de mi madre. Y si yo no me atreví a preguntarle nada, mi madre sí.
—¿Cielo no tienes hambre?—. Le pregunto mi madre a Charlie al ver que ya casi llevábamos una hora en el restaurante y su plato seguía casi intacto.
Pude observar la tensión de Charlie en su cuerpo ante esa pregunta, volteo a verme y vi esa mirada ansiosa en su rostro. Así que me adelanté y mentí por él:
—Mamá, Charlie no se siente bien, le aterra un poco volar eso es todo.
—Ah bueno, vamos si es por eso, preferible que no comas, por que se te puede revolver el estómago-. Le dijo mi Madre a Charlie para que se sintiera mejor. Y agrego:
—Si me disculpan chicos, iré al baño—. Y se levanto dejándonos solos.
Apenas se levanto mi madre y se alejo unos cuantos pasos e interrogue de prisa a Charlie.
—¿Qué pasa cariño?
—Nada... solo que me siento muy nervioso, no se si le voy a caer bien a tu familia y luego estará tu hermano, yo se que me detesta y ... y ... -. Me miro a los ojos y pude verlos brillar conteniendo el llanto.
Charlie empezó a frotarse los ojos como acostumbraba hacerlo cuando estaba a punto de llorar. Pero rápidamente lo abrace, no sabría como explicar a mi madre porque Charlie estaba llorando así que trate de calmarlo.
—Hey no! no, no llores por favor Charlie, no pasa nada, no voy a obligar a que comas sí?, por favor no llores ahora, todo va a estar bien, estaré a tu lado todo el tiempo—. Y le di un beso en la frente ante la mirada de curiosos que nos veían. Supongo que aún la gente no se acostumbra a ver a dos chicos en público dándose muestras de afecto.

CHARLIE
Hubiera deseado que voláramos más tiempo, así hubiera tenido más rato de aclarar mi mente, pero tan solo transcurrió una hora y nosotros ya pisábamos el suelo de Ámsterdam. El hermano de Charlie nos estaba esperando junto con su novia en el aeropuerto. Después de los saludos y las presentaciones (un saludo donde ni siquiera estrecho mi mano), nos llevó al hotel donde Nick y yo nos quedaríamos, ya que su madre se quedaría con él en su departamento. No se por que el hermano de Nick me intimidaba tanto.

Entramos en nuestra habitación y me desplome en la cama hundido en mis pensamientos, hoy era la cena de compromiso y mañana el cumpleaños de Nick, le he traído un regalo, pero no se que tanto le va a agradar, en cuestión de gustos Nick y yo somos totalmente opuestos. Siempre me dice que soy una especie de rockero, friky, nerd, y el todo lo contrario, Nick es deportista, va al gym, es popular en la escuela, y esas cosas, no sé, somos muy distintos.
Momentos después, sentí ligeros toques en mi mejilla, y la voz de Nick que decía:
—Hey Charlie, despierta!!
—Hum?—. Digo y Apenas si logro mantener los ojos abiertos.
—Charlie son las cuatro...—. Dice Nick y su voz parece preocupada
—¡¡Las cuatro!! —. Abro los ojos de lleno y me incorporo rápidamente
—Mi amor dormiste 5 horas.... ¿Estas bien?
—Si, lo... lo siento... es que anoche no he podido dormir bien, estaba nervioso por hoy.—. Le digo y agacho la cabeza
—No te disculpes, no tienes permitido disculparte recuerda... por cierto han venido a buscarnos por si se nos apetecía ir a comer, pero les he dicho que aún estabas un poco mareado. ¿Quieres que te pida algo a la recepción?
—No, estoy bien...
—Charlie!!..... no has comido nada en todo el día... por favor dime que has estado tomando tus medicamentos y lo mas importante ¿los trajiste?
—¡¡Si!!, ¡¡los he traído!! ¡¡Están en la maleta!! ¡¡Dios!! ¡¡puedes dejarme en paz un segundo!! -. Le digo a Nick exasperado.
—Bien... pero no hace falta que grites...-. Y se levanta alejándose de mí lado
—No lo estaba haciendo....
—Aja... -. Dice y sale de la habitación y lo veo sentarse en una de las sillas del pequeño comedor que hay en el balcón.
Me cubro la cara con las manos y me dejo caer hacía atrás, en la cama. Dios... a veces quisiera no ser tan complicado.

El Amor de Nick y Charlie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora