Dani

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No lo puedes evitar. Laura te gusta, aunque no te haga ni caso,aunque esté colada por es idiota de Nacho, con sus rollos solidarios y sus campamentos de verano. Te gusta desde que os tocó en el mismo grupo para hacer aquel trabajo de ética. Poco después se lo dijiste. No fue una declaración de amor como las películas, pero tú pusiste muy buena voluntad. Tartamudeaste un poco, diste un par de rodeos innecesarios y le pediste algunas cosas, aunque para ser la primera vez,crees que no te salió tan mal. Sin embargo, el resultado dejó mucho que desear. Ella te sonrió de una manera muy enigmática, te dio un besito en la mejilla y te prometió que siempre serías su mejor amigo; pero que era mejor no estropearlo y dejar las cosas como estaban. Es decir,y abreviando: que no. Calabazas.
Con el tiempo has aprendido a pensar que no se trata de nada personal,que todo fue un error de estrategia. Atacaste demasiado pronto y entraste demasiado al trapo. Y le dejaste bien claro lo que jamás debe saber una chica: qué te mueres por ella.
El amor, te diste cuenta entonces, es como el póker: si quieres arramblar con todo tienes que aprender a disimular.
Ahora te sientes como el guapo de una película americana: caminando solo, con las manos en los bolsillos y por la calle mojada, sólo te falta una música de fondo a juego con tus sentimientos. En lugar de eso, unos metros más allá un vehículo municipal riega la calle en medio de un ruido y un calor infernal.
Toda la noche has jugado con Laura al gato y al ratón, sin proponertelo. Seguro que ha pensado que le estaba siguiendo. En la cola del barco pirata habéis llegado a intercambiar un par de frases sobre el inicio del curso y sobre lo que harían- ella e Inés-al salir de allí.
-No me voy a quedar hasta tarde-te ha dicho, estoy cansada.
Has pensado que podía ser una excusa para librarse de ti, porque luego la has visto con Julio y su pandilla. Debe de haber sido la locuela de Inés quién se ha ido con esos,porque tú sabes de sobra que a Laura no le caen bien. No puedes reprocharselo. Luego no la has visto más. La última vez ha sido frente la churrería, a la entrada del recinto.
Tú salías, ellos charlaban animadamente. No puedes precisar a qué hora ha sido.
Aunque ahora no puedas sospecharlo, mañana tendrás ocasión de revivir todos los pasos que has dado esta noche, minuto a minuto,y ante un sargento de la Guardia Civil desplazado al pueblo solo para efectuar interrogatorios a todos los que, como tú, han tenido algún contacto con Laura.
También le contaras lo que va a suceder a continuación:dejas atrás el vehículo de la limpieza con su ruido atronador y llegas a la esquina. Y es aquí donde apenas estas a tiempo de esquivar un vehículo negro que se salta el semáforo y pasa casi rozandote a una velocidad de vértigo.
Gritas algún improperio antes de recuperar la serenidad. Ese desgraciado podrías haberte aplastado.
No puedes saber, pero lo averiguaras en las próxima horas,que dentro de ese coche viaja tu Laura,inconsciente. Tu querida y esquiva Laura, llevada contra su voluntad a un lugar que, en los próximos días,se convertirá para muchos, también para ti, en verdadera obsesión.

Los ojos del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora