Capitulo 3: No llames la atención

25 10 14
                                    

— ¿Ah? — Alia asomo un poco la cabeza mientras se cepillaba los dientes —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Ah? — Alia asomo un poco la cabeza mientras se cepillaba los dientes —

— ¡¿Por qué lo dejaste pasar a mi habitación así por qué si?!

— No cri que fiera algo malo — Menciono sin dejar de cepillarse los dientes, asi que era más difícil entender lo que me decía —

— ¡¿Cuánto tiempo lleva aquí?!

Ahí estaba el, con su sonrisa inquietante y vestido muy casual, y pensar que el día de ayer llevaba un abrigo estando a 35 grados. Si siempre así de bipolar dios nos ampare

— Una hora — Me miro alegremente —

Vaya que es puntual.

— ¡¿Y por qué no me avisaron?! — Dirigi mi mirada hacia el en busca de una respuesta —

— Bueno yo... — Comenzó a rascar su nuca con nerviosismo —

— Oh vamos Annie no es mi culpa que parezcas un tronco cuando duermes. — Dijo Alia dejando de cepillarse los dientes momentáneamente —

Ante ese comentario mi cólera aumento aún más y el ver cómo Damián intentaba aguantarse la risa sin mucho éxito no hizo más que acabar con la poca paciencia que me quedaba

— ¡Salgan de mi habitación! — Tome una de las almohadas que estaban a mi lado y me prepare para hacer lanzarla —

Damian lo recibió de lleno antes de lograr cerrar la puerta

— La próxima vez recuérdame llegar más tarde

— Bien bien pero insisto que no es mi culpa, además mamá fue quien insistió en que debías ser puntual, ahora seguro va a ponerse bonita para ti

Eso último lo dijo en un irritante tono de burla muy característico  de ella

— Te estoy escuchando — Dije abriendo un poco la puerta —

Creo que mi semblante fue lo suficientemente aterrador como para dejarla temblando.

— No le hagas caso hermanito así son las chicas.

— Será mejor que te alistes antes de que venga a golpearte a ti también

— Ya ya, pero si se pone linda tendrás que darme la razón

— Ya cállate y baja

Damian tocó la puerta y me habló con una voz amigable

— El desayuno está listo, baja cuando estés lista.

Solo suspiré resignada y comencé a hacer la cama.

Dios mío un día llendo a la escuela te hace extrañar las vacaciones.

Encima de todo Alia va a terminar por sacarme canas verdes. No no, mi vida no podría ir peor.

No tarde mucho en arreglarme, no soy de esas chicas que se arreglan mucho para salir, no tengo por qué hacerlo, solo me pongo lo primero que encuentro y vamos lo único que si hago es desenredar mi cabello y cepillarlo para que no parezca un nido de pájaros todo el día

Sueños FugacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora