Capitulo 9: Pijamada {1/2}

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La segunda mitad de la semana transcurrió con normalidad, nada que destacar más allá de los constantes coqueteos de Dante a los cuales poco a poco me acostumbro; también de Alia fastidiando con su hermano cada vez que le es posible y las burlas de Grace Cardew y sus amigas.

¿Pueden creer que mi vídeo ya tiene más de 10,000 vistas?

Incluso considere volverme una inlfuencer y pedir comida gratis, pero bueno.

Fuera de mis ideas fantasiosas el viernes use toda mi fuerza de voluntad para recoger la casa. Alia y Damián se iban a quedar aquí dos días y era mejor prevenir que lamentar.

- ¡Dios mío! ¿Desde cuándo no limpias aquí? - Dije asqueada -

Debajo de la cama de mi madre había una cantidad insana de polvo.

- ¿Eh? No sabía que la cama se podía mover, pensé que era fija - Admitió, con una cara de confusión total -

- Suspiró - Bien, me quedaré a limpiar antes de que ellos lleguen, tu ve con Jenny o se les hará tarde.

- Gracias por apoyarme en esto - Me dió un beso en la frente y me abrazo con fuerza -

- Es tu sueño mamá, quiero verte feliz - Dije casi como un pensamiento en voz alta -

- ¡Te voy a extrañar! Cuídate mucho. - Me presionó contra su pecho y yo solo le di pequeñas palmadas -

- Tu también. Y... Cuando regreses me tienes que ayudar a limpiar ahí - Señale a la parte superior de su closet la cual también se encontraba acumulando polvo en cantidades industriales -

- Te lo prometo - Me guiñó un ojo y tomo sus maletas -

La acompañe hasta la puerta donde ya la esperaba Jenny quien al verme me saludó con bastante entusiasmo

- ¡Hola Annie! ¿Lista?

¿Para el caos que va a ser tener a sus dos hijos en mi casa durante todo el fin de semana? Por supuesto que no.

- Claro. Estoy ansiosa de que lleguen - Respondí sarcástica -

Mi madre me dió un codazo por mi actitud y la señora Olivos solo soltó una carcajada

- Esa es la actitud.

- Yo siempre tan entusiasta - Intente mantener el aire en mis pulmones mientras me tambaleaba -

- Que dramática eres Annie, ni siquiera te pegué fuerte - Dijo mi madre después de soltarme otro codazo, está vez en mi hombro -

- Creo que ya se de quién lo saqué. - Observé a mi madre con mi mirada acusadora, es decir con los ojos entrecerrados -

- Cualquier cosa, avísanos ¿De acuerdo?

- Hay dinero en la cajita de galletas de mi closet, toma lo que necesites.

- ¿De verdad creen que es buena idea que me dejen a cargo de otros dos seres vivos?

Pregunté mientras veía mi vestimenta, un pantalón deportivo, unos zapatos rotos y una de esas camisetas enormes con un defecto de impresión que me llegaba hasta las rodillas.

- Por supuesto - Respondieron al unisono -

- Además estarás con Damián, eso me deja más tranquila

En primera, que poca confianza me tienes.

En segunda, ¡Damián es mi mayor preocupación! Digo, ¡No es como que Alia me haya encerrado en el baño con el!

Y en tercera, Ni siquiera puedo cuidarme a mi misma, lo más probable es que Damián sea quien nos termine cuidando a ambas

- Está bien - Fingi quedarme más tranquila y observe cómo se iban -

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