VALS OF THE BUTTERFLYS // JUNGKOOK

3

Jia Li:

- ¿Qué color?

- Rojo, negro o blanco - respondió mi novio.

- El rojo no me gusta.

- No te lo vallas a hacer en negro - chilló Jimin - parecería una mariposa de luto y en blanco como si fuera albina - ay Dios, éste chico.

- ¿Azul está bien para ti? - pregunté nuevamente.

- Está bien - me consintió.

Mamá me matará. Fue un poco doloroso sentir esas agujas perforando e inyectando tinta en mi piel, pero me encantó el resultado. Acabé queriendo dos ejemplares, Jungkook solo se hizo una pequeña en un hueco vacío de su antebrazo, me gusta que sea el único dibujo en su piel que lleva color.

- ¿Te ha gustado? - ví el rostro preocupado de Jung, desde hace horas estaba raro.

- Claro que sí, es como si tuviera tu recuerdo en mi piel - me abrazó y pude sentir que algo estaba mal con él.

- ¿No me dirás lo que te pasa, verdad? - le acaricié el cabello a lo que suspiró pesadamente.

- Solo que.. - Me miró y sus ojos que siempre destellan como estrellas, parecían haber perdido el brillo - Olvídalo.

Acercó su rostro lentamente hasta posar sus labios en los míos, en lo que era un beso inocente pude sentir lo triste que se encontraba.

No sé qué le está afectando y..

- Deja de querer colarte en mi cabeza - dió suaves y cortos besos en mis labios con ternura mientras hablaba.
Acuné su rostro apretando sus mejillas, el solo sonrió encantado. Ay, Jungkook como te quiero, tonto.

- Lo descubriré - dejé un último beso en sus labios y salí corriendo hacia la puerta de mi casa mientras él siguió riendo.

Si no me matan por el tatuaje, me mataran por haber llegado tan tarde, son las 4 de la madrugada.

- ¿Crees que éstas son horas de llegar?
Me paré como momia al escuchar la voz de mi hermano a mi espalda.

- ¡Déjame! - si me va a pelear es mejor que ni lo mire porque sé cómo se pondrá el asunto.

- ¡Mírame cuando te hablo! - exigió.

- Deja de regañarme, no eres mi padre - volteé a verle con claro enojo.

- ¿Estás cuerda? - a éste paso, hasta despertará todo el vecindario - ¿Un tatuaje, Jia? - tomó mi antebrazo bruscamente acercándome a él - Estoy seguro que fue ese estúpido de Jung..

Me safé de su agarre y lo enfrenté de una buena vez.

- Estúpido eres tú.

- Pronto todo eso se acabará - dió palmaditas en mi cabeza como si fuese un cachorro.

- ¿Qué cosa? - él solo pasó por mi lado sonriendo socarronamente evitando responder mi pregunta.

¿Y ahora de qué habla?Juro que si me está tomando el pelo, lo dejaré calvo.

Dos meses después.
20 de diciembre de 2014.

Hoy, que pensaba sería uno de los mejores de mis días por cumplir mi mayoría de edad, me he enterado de la infamia más grande que ha hecho mi familia.

No sé si seguir llorando o simplemente tirarme desde un acantilado. No quiero que todo termine, me niego a ceder a las peticiones de mis padres.
No lo merezco, no soy yo la del problema. Mi hermano es un asco de adulto, no puede resolver sus propias cuentas.