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Jake Lockley / Steven Grant
En realidad podría acostumbrarse a esto se decía así mismo el latino, tener al lindo y adorable Steven tomando la iniciativa en algo como besarse era de lo más raro y hermoso que apreciar. Toda esa palabrería y sermones que el más pequeño gastó en él hace un momento quedaron en el olvido en un santiamén.
-Vamos hermoso, solo tienes que besarme y prometo que no lo volveré a hacer. Bromeó como siempre con una sonrisa burlona adornando sus labios.
Las siguientes acciones que hizo el más bajo lo tomaron por sorpresa que no pudo ocultar no esperaba que el otro tomara sus bromas en serio, las hacia a menudo y en su mayoría de las veces con la intención de avergonzar lo ya que ver ese hermoso sonrojo en sus mejillas no tenía precio, bueno algunos lindos balbuceos podrían sin dudo sacarle una sonrisa también.
Pero no sabía si está vez el que llegara con la camisa pringada con algunas manchas de sangre haya tenido algo que ver con incitar a Steven a por fin hacer algo, el líquido rojizo ni siquiera era suyo pero eso no le importó al vendedor de regalos que no dudo en reprenderlo y darle una buena charla sobre valores, moral y esas cosas a las cuales fingió prestarles atención ya que estaba demasiado concentrado en la forma en que los labios rosados del otro se movían como para olvidarse de que estaba siendo regañado.
Debió haber sabido que cuando el británico no se alejó avergonzado al verlo quitarse la camisa y desabrochar sus pantalones o decir algo sobre la obsesión que tenían él y Marc de andar casi desnudos en el departamento también fue una pista del valor que estaba reuniendo su lindo chico para hacer un movimiento.
Así que así es como habían llegado hasta aquí con el vendedor de regalos un poco inclinado sobre su cuerpo, sus suaves manos tocando su pecho y su rostro mientras juntaba sus labios en un beso inocente, el británico ni siquiera abrió la boca solamente iba por un toque de labios.
Jake no pudo cerrarlos ojos estaba demasiado ocupado admirando el rostro sonrojado del otro, no dudó en sostenerlo cerca de su cuerpo disfrutando del calor ajeno mientras levantaba el suéter de éste deseando dejar algo de su piel al descubierto también.
Abrió la boca para poder profundizar el beso siendo paciente con su compañero hasta que este siguió su ejemplo, el dulce sabor de su boca fue todo lo que siempre se imaginó, que al probarlo por fin solo un sabor vino a su mente que podría compararse le.
