Perdidos en el Multiverso (segunda parte)

Capítulo 14

Diego fue a buscar a los demás compás para advertirles sobre lo que se aproxima, después de haber cruzados uno de los portales que creo, llegó a un sitio que se le hacía extrañamente familiar pero no tubo tiempo para recorrerlo, ya que pudo observar a tres de sus amigos ahí cerca y al mismo tiempo habían otros que no conocia que estaban con ellos, sin mas decidió acercarse.

Diego: ¡hey! Hola... ¿chicos?(dijo al ver algo confundido a sus compañeros luchando contra un hombre en un aerodeslizador)

Mike: ¡hey Diego! cuanto tiempo, ¿nos podrías ayudar?

Diego: ok... ¿que es lo que necesitan?

Víctor: necesitamos que le quites esa gran piedra verde al cabeza de huevo.

Eggman: ¡por quincuagesima vez que me llamo Eggman!(exclamo en tono enojado)

Diego: vale...(algo confundido por tal situacion)

Acto seguido el chico chasqueo los dedos y sin mas la aeronave del doctor se teletransporto hacia un costado pero la esmeralda y Eggman cayeron al suelo.

Eggman: rayos.

Tails: pero... ¿como fue eso posible?

Mike: Es gracias a que el tiene poderes más impresionantes.

Diego: si bueno de nada, ahora vengan conmigo es urgente y... creo que también pueden venir ustedes.(refiriéndose al team Sonic)

Victor: espera, ¿pero que hacemos con el?(señalando a Eggman)

Diego: Descuida después me encargo de el, ahora vengan que esto es urgente.

[...]

Exetior se encontraba en un lugar que el no conocía pero lo que sí podía comprender es de que se encontraba en una mansión.

Exetior: hum... ¿a que puto universo se a teletransportado este tarado?(dijo sobrevolando la mansión que estaba ahí)...necesito almas... muchas mas... así mi poder aumentará.

Entonces el creo unos entes oscuros como fantasmas.

Exetior: Hagan travesuras y destruyan este mundo, consiganme almas para destruir de una vez por todas a mi hermano y sus estupidos compañeros.

Los entes comenzaron con la destrucción y el caos en la ciudad, gritos de temor se empezaron a oír, los policías no eran resistentes contra los ataques de estos demonios.

[...]

Después de haber buscado a todos los compás que se encontraban esparcidos por todo el planeta, una vez reunidos se saludaron.

Rius: ¡chicos! ¡me alegro de volver a verlos!

Trollino: a mi también me alegra de verlos.

Mientras se abrazaban, el can dorado estaba buscando a alguien lo mismo la felina, hasta que ambos intercambiaron miradas. En ese instante corrieron hacia la dirección del otro y luego se besaron a no más poder. Este fue una hermosa escena que todos admiraron con ternura, a excepción de Knuckles quien era el único quien estaba asqueado por lo que veía.

[...]

El peliazul ya les contó lo sucedido, la mayoría estaba impactado por la realidad que el afrontaba, nunca creerían que esa era su vida hasta el momento.

Diego:... y esa... es mi vida hasta ahora...

Trolli: vaya... nunca creí que así era tu vida.

Knuckles: te comprendo chico, yo también pasé por lo mismo, quiero decir... lo sigo viviendo, soy el último de mi especie y es algo horrible de aceptar pero es la realidad, nadie puede cambiar el pasado.