Suena el despertador. Son las 5 de la mañana. Alicia se levanta cansada. Pero sabe que no puede levantarse más tarde tiene que estar perfecta para ir a clase.
Se mira al espejo como todas las mañanas y resopla.
Comienza a entrarle ansiedad tan solo por verse. Odia sus ojos marrones, sus labios, su cara asimétrica, sus pestañas cortas, su pecho pequeño, su pelo estropajo...
Entra a la ducha y hace su rutina de cabello diario. Se seca el pelo y se lo plancha. Después continúa con su rutina de maquillaje sin olvidarse de sus lentillas de color. Después lo ordena todo perfectamente, asegurándose tres veces de que todo está en perfecto orden.
Se coloca relleno en el sujetador y elige la ropa que mejor le queda con su su cuerpo.
Son ya las 9 de la mañana y llega tarde al colegio, pero no le importa. No va a dejar que nadie vea lo horrible qué es.
Ordena su mochila, mete el maquillaje y todo lo que necesita para el día de hoy. Vuelve a ordenar su habitación. Se lava las manos por quinta vez y sale decidida para ir al colegio.
En el colegio no habla con nadie. No quiere tener amigas. Sabe que todas le juzgan. Prefiere estar sola. Se dedica a hacer sus apuntes y en el patio los vuelve a repetir porque no son lo suficientemente perfectos.
Los decora, hace dibujos... Sabe que sus apuntes son los mejores y que sus notas son las mejores de la clase.
Si tan solo pudiera ser tan guapa como lista...
Suspira, vuelve a sentir ansiedad, se encierra en el baño y saca su cuchilla. Se corta en las piernas, en una zona que no visible a la vista de los demás. Ya se siente mucho mejor.
Vuelve a ir a clase. Todo transcurre normal.
Al llegar a casa se tumba en su cama y llora, está cansada de sentirse tan triste. No le llena nada. Está sola, nadie la escucha y encima no puede ser lo perfecta que quiere.
Saca las revistas que esconde debajo de la cama, mira a las hermosas modelos y grita al no poder ser como ellas.
Se mira al espejo, maldita sea, sus lágrimas han destrozado el maquillaje. Lentamente vuelve a retocárselo, se peina y se recoloca sus gafas que no sirven para absolutamente nada.
Son casi las 6 y tiene cita con su psiquiatra. No tiene ganas de ir, no le cae demasiado bien.
Pero no le queda otra si quiere seguir tomando sus preciadas pastillas para la ansiedad.
Se levanta, hace la cama, ordena el cuarto, cierra la puerta y sale de casa.
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MENTE SANA - Psiquiátrico
Teen FictionEl hospital de salud mental "Mente Sana" abre sus puertas el 9 de abril de 2022 acogiendo a pacientes con distintas patologías de forma privada. Mente Sana cuenta con los mejores profesionales y ofrece una intervención precisa y eficaz. Esperamos...