Capítulo 13: Conversaciones de jacuzzi

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Carina y Maya no hablaron mucho en su camino a la cabaña. Maya estaba pensativa y Carina decidió darle su espacio y la rubia, internamente, lo agradeció.

Una vez llegaron a la cabaña, bajaron las maletas del carro y se establecieron en el lugar la rubia habló.

"Lo siento" fue lo único que dijo.

"¿Por qué? Tú no hiciste nada amore, ella lo hizo, así que deja de pedir disculpas" dijo la italiana mientras se acercaba a Maya y le agarraba las manos.

"Por la forma en la que te hablo, en cómo te miraba, en cómo reaccioné, perdóname si te asuste esa nunca fue mi intención, pero mi paciencia se agotó en el momento en el que empezó a creerse superior a ti..." Dijo Maya con los ojos aguados "ni siquiera me molesta el hecho de que se hubiera aparecido en mi oficina sin avisar y mucho más después de todos estos años, tampoco me molesta cómo creyó que podía manipularme fácilmente, pero cuando empezó a tratarte y mirarte mal... Ahí perdí todos mis estribos y por eso lo siento."

"Cariño, no te voy a negar que me sorprendió mucho verla en tu oficina, pero me pone de cierto modo feliz poder haber estado ahí para ti en ese momento tan caótico, somos un equipo ¿De acuerdo? Tus problemas son los míos y viceversa. Además... No te voy a negar que me pareció MUY sexy ver cómo me defendías y decías cosas tan bonitas sobre mí, es una de las muchas razones por las que te amo. Y estoy bastante segura que yo, en tu caso hubiera sido mucho peor, así que no tienes porqué preocuparte. Te amo ¿Me entiendes? Olvidemos lo que pasó y disfrutemos nuestro fin de semana. Hay un jacuzzi que quiero usar y... No estoy segura si empaque mi traje de baño" susurró lo último bastante cerca del oído de la rubia, provocando que esta tragara saliva.

"Yo también te amo, Carina, demasiado. Ahora en cuanto a tu problema con el traje de baño... Creo que algo nos podemos inventar" dijo besando a Carina. "Pero primero el almuerzo, ¿Qué quieres comer? ¿Salimos o nos quedamos acá?"

"Prefiero quedarme aquí y disfrutar todo el tiempo que pueda a solas contigo... Puedo preparar el almuerzo, sabes que me gusta cocinar pero lo disfruto aún más cuando es a ti a la que le cocino, así que ¿Qué quieres?" Dijo Carina.

"Esta bien, quiero pasta a la bolognesa te queda deliciosa, pero..." Empezó la rubia nerviosa.

"¿Pero qué bambina?" Dijo Carina con un tono en el que se pudo notar algo de confusión.

"No te preocupes, no es nada malo pero, me gustaría cocinar contigo... Si no te molesta... Yo sé que no soy la mejor en la cocina pero esa es mi excusa para aprender y no estar tan lejos de ti..." Dijo la rubia mirando al piso, los nervios llevándose lo mejor de ella.

"Bambina, mírame...." Dijo Carina haciendo que Maya levantará la mirada "Me encantaría cocinar contigo y enseñarte a preparar mis platos favoritos" dijo Carina con una gran sonrisa logrando que Maya sonriera también.

Carina preparó los ingredientes, decidió enseñarle a Maya a hacer la pasta desde cero para otro día, por lo cual decidió utilizar la pasta que venía en paquete, sacó los tomates y la carne molida que habían traído, cebolla, sal y condimentos. Juntas cortaron la cebolla y el tomate, Maya no era de mucha ayuda pero Carina amaba ver lo comprometida que estaba su novia con aprender a cocinar, preparó la salsa y la rubia prestó atención cuidadosamente y así no se perdía ni un paso, una vez estuvo listo todo se sirvieron el almuerzo junto con una copa de vino y se dirigieron a la mesa.

"Mmmmmmh, Car juro que todo lo que preparas te queda delicioso, tienes unas manos mágicas, gracias enserio"  dijo Maya degustando la comida.

"Mmmm sí, mis manos son definitivamente mágicas" dijo Carina guiñando un ojo. Maya por alguna razón se puso roja lo cual hizo que Carina soltara una carcajada. "¿Acaso no es así, bambina? Yo juraba que lo mejor que preparaban mis manos, eras tú" dijo

Algo especial (Marina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora