Capítulo 36: Lucía DeLuca.

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"¿Quieres caminar, tomar una ducha? ¿Qué quieres hacer?" Preguntó Maya al ver que Carina salía de otra contracción.

"Un baño caliente, por favor y..." iba a continuar pero no pudo formular palabra alguna.

"¿Y....? Dime que necesitas, yo hago lo que me pidas, solo quiero ayudarte un poco con el dolor causado por las contracciones" casi que imploraba Maya, le dolía ver a Carina en tanto dolor y quería ayudarla de cualquier forma.

"Es que... Yo leí en un artículo que los orgasmos no solo producen oxitocina la cuál ayuda con el dolor, si no que también ayudaban a acelerar el parto y..."

"¿Y quieres que te de un orgasmo? Encontrando placer en el dolor, muy inteligente DeLuca" Dijo sonriendo.

"No, bueno sí, es solo qué..."

"Amor, no te preocupes vamos a la ducha, te daré tantos orgasmos que Lucía terminará naciendo en el agua" dijo Maya con una sonrisa mientras ayudaba a levantar a Carina de la cama, después de haberle pedido a una enfermera que les ayudara retirando las intravenosas.

"Ven aquí, el agua ya está lo suficientemente tibia" dijo Maya ayudando a Carina ingresar a la bañera.

La rubia también se desvistió y se sentó detrás de Carina para sostenerla, sus manos, como de costumbre se posicionaron sobre el vientre de su prometida.

"Creo que voy a extrañar esta pancita, era algo casi que terapéutico hablarle a Lucía todas las noches y ver cómo se movía dentro de ti cada vez que le hablaba, como si ella estuviera intentando responder a mis palabras. Pero al mismo tiempo no puedo esperar a verla y tenerla con nosotras" dijo Maya un poco nostálgica, si había algo que disfrutó durante el embarazo de Carina fue ver cómo el cuerpo de su prometida iba cambiando a medida que daba vida a la pequeña bebé.

"Yo también muero por conocerla... Quiero que tenga tus ojos azules, esos ojos de los que me enamoré, quiero verte en sus ojos..." Dijo Carina.

"Ja, yo quiero que ella tenga los tuyos, esos ojos que me dan paz y me recuerdan lo afortunada que soy de haberte encontrado" dijo Maya mirando directamente a los ojos de Carina y corriendo algunos cabellos rebeldes de su rostro para poderla apreciar mejor.

Era claro para ambas que, genéticamente, Lucía no iba a ser parecida a ellas, al menos no a Carina, pues ambas mujeres decidieron optar por utilizar los óvulos de Maya y el vientre de la italiana para que todo el proceso se sintiera más personal, genéticamente, era el bebé de Maya creciendo en el vientre de Carina, pero ese bebé era tanto de Carina cómo de Mays y no había quién las hiciera cambiar de opinión, por eso mismo, también habían escogido un donante de esperma que tan pronto vieron su foto, Maya pensó que era un hermano perdido de Carina, piel canela, ojos y cabello color chocolate. Ese hombre iba no solo a encargarse de ayudarlas a cumplir el sueño de tener a su bebé, si no que también a aportar algunos de los rasgos físicos de Carina.

"Auch..." Dijo Carina cuando sintió otra contracción en su cuerpo.

Maya inmediatamente se puso a masajearla para ayudarla con el dolor. La rubia recordó lo que Carina le había dicho ‘leí que los orgasmos ayudan con el trabajo de parto’ así que su mano encontró el camino hacia el clítoris de su prometida y empezó a masajearlo lentamente, un pequeño quejido se escapó de la boca de Carina quién cerró sus ojos tan pronto sintió la mano de Maya en su intimidad.

"Relajate amor, has hecho un trabajo espectacular los últimos 9 meses, no imagino lo difícil que debe ser gestar un bebé, pero tú definitivamente lo hiciste espectacular y por eso siempre estaré agradecida contigo, por tu sacrificio, por tu entrega, por alejarte de los escenarios un tiempo para así nosotras poder tener a nuestra pequeña princesa con nosotras. Ahora, me toca a mí ayudarte un poco con el dolor, así que relajate y disfruta" dijo la rubia cerca del oído de la italiana, enviando corrientes electricidad por todo su cuerpo.

Algo especial (Marina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora