Capitulo 1

12 2 0
                                    

Era su tercer año en Hogwarts, y el cuarteto habia entrado en el tren con la emocion propia del regreso a clase. Corrieron por los pasillos buscando algun vagón libre, y por supuesto no lo encontraron. Solo vieron uno casi vacío en el que habia una chica rubia y palida, mirando hacia la ventana. James y Sirius se miraron, y decidieron entrar igual.

James se sentó en el mismo banco que la chica, y Sirius en frente, seguidos de Lupin y Peter, dispuestos a ignorarla hasta que se incomodara y se fuera. En una de las miradas indiscretas que le hecharon, se enteraron que era de Slytherin, debido a la tunica con arreglos en verde y plateado. Eso los disgustó aún mas, y los incitó a hostigarla un poco. Por eso empezaron a hablar de la copa de quidditch (que obviamente iba a ganar Gryffindor), de los nuevos profesores, de las clases, y de la absoluta y sin ninguna duda superioridad de su propia casa. Para su sorpresa, cuando empezaron a hablar de quidditch la chica se dio vuelta y miró a James. No le habían visto la cara hasta ese momento, y resultó ser muy bonita: facciones delicadas; nariz levemente respingada; labios no gruesos, pero carnosos; ojos grandes y grises, con una mirada alegre y profunda a la vez.

- Vos sos James Potter, verdad??- preguntó con emoción. El chico sintió alabado a su ego por el tono de voz, pero por ser una Slytherin, no confió en su sinceridad.

- Si, por?

- Escuché muchísimo de vos, dicen que sos un increible buscador. Me llamó la atencion, porque mi hermano te mencionó con desprecio, pero a penas vi una foto me pareciste agradable. A mi me encanta jugar al quidditch, pero no lo suelo hacer seguido porque mi mamá lo considera inapropiado, aunque poco me importa lo que considere apropiado. Igualmente no pienso jugar para Slytherin como absolutamente nada, no pienso hacerles sentir la más mínima felicidad a mis progenitores.- dijo todo de un tirón. Los cuatro se le quedaron mirando, y sólo Lupin reaccionó.

- Y en que posición te gustaria jugar?- esta vez, tres miradas se posaron fuertemente en él, y el otro se excuso con la mirada por haber sido amable.

- Ah, la que mas me gusta es buscadora, pero en cualquiera está bien, el resto de ustedes juega?

- Sirius juega muy bien como guardián, pero no quiso meterse al equipo.

La atencion del par de ojos grises pasó a estar completamente sobre Sirius, que devolvió la mirada fijamente con una sonrisa. Le caía bien la chica, a pesar de su desfavorable casa.

- No te había visto nunca antes en la escuela, aunque pareces de tercer año también... - Sirius hizo una pausa y agregó:- Por que estas en Slytherin? Es un desperidicio... - comentó sinceramente. Lupin le dio una pizotada bien disimulada, sin que la chica se diera cuenta.

- Es que mi familia me llevó a vivir a Francia durante un tiempo. Por eso no estuve presente los anteriores años. El tema es que volví, y me tenian que inscribir con alguna casa, y el sombrero seleccionador dudo MUCHO entre ponerme en Gryffindor o Slytherin, pero al final se decidio por la secunda porque mi familia también es de esa casa.

Peter, que había estado callado todo el tiempo, la miró fijamente.

- Como te llamas?- preguntó.

- Sarah Malfoy

- SOS UNA MALFOY??????- gritaron los cuatro al mismo tiempo. El asco reflejado en sus caras denoto su inconformidad. Sarah hizo una mueca.

- Lo se, mi familia es un asco, no lo niego. Pero yo soy diferente: por eso me mandaron al extranjero. Fui a Beauxbatons estos ultimos años, pero me explulsaron...

Sin darse cuenta, la rubia se había ganado cuatro aliados inseparables. El sólo hecho de ser una Malfoy, a quien no le gusta su casa, y que fue expulsada de un colegio, la hacía digna de su amistad.

- Y por qué te explulsaron??- preguntó Sirius risueño.

- Es que una chica me tiró de la escoba en un juego sin que el resto viese, y yo cuando me caí le lancé un encantamiento y la colgué de uno de los aros...- hablaba con semejante inocencia, que el acto resultó tremendamente cómico. Los otros cuatro rieron con ganas, y una quinta, que pronto sería muy habitual, se les unió.

. . .

El tiempo habia pasado rápido, y pronto llegaron a Hogwarts. Sarah miró el castillo con admiración, parandose a contemplarlo. Sirius también paró mientras los otros tres seguían, y le comento:

- Es increíble, verdad? Este es mi lugar preferido en el mundo.

Ella lo miró con una sonrisa deslumbrante.

- Creo que también va a ser el mío, y lo voy a conocer de pies a cabeza.

Sarah no lo sabía, pero con esa frase, se había ganado a su mejor aliado de por vida.

. . .

Cuando llegaron al Gran Comedor, los cuatro chicos y la rubia se miraron: la mesa de Slytherin estaba en la punta opuesta a la de Gryffindor. Sirius le susurro algo a James y después a Remus. Los otros dos asintieron con la cabeza, y el primero sonrió.

- Por qué no te sentas con nosotros? Querés??

Sarah deslumbraba de alegria mientras era conducida por sus nuevos amigos hacia la mesa. Muchos gryffindor la miraron feo, pero los cuatro chicos significaban una escolta poderosa, y como toda su casa los quería (o al menos la mayoría), terminaron por aceptarla. Los que no se la tomaron bien fueron los slytherin: la mayoria de ellos le lanzó miradas fulminantes. Sin embargos, otros la miraron con amigable interés, y siguieron comiendo sin molestarla.

Igualmente, nada impidió a Sarah disfrutar esa velada: comieron, charlaron y rieron. Los cuatro estaban encantados con su nueva compañera, tan distinta a las compañías casuales que solían tener. Justo cuando James estaba jugando a meterse dos largos palitos crocantes en la boca para fingir colmillos y hacer muecas, a Sarah se le ocurrió abrir el pequeño bolso que aún cargaba. De él salió arrastrandose una pequeña serpiente blanca de unos 40cm.

James se atragantó.

- Que es eso????- preguntó Peter asustado.

- Es mi serpiente, se llama Lune...

- Tenes una serpiente de mascota?- preguntó Remus divertido.

- Si - contestó la chica feliz- me la regaló mi abuela cuando me estaba por ir a Francia.

Todos quedaron muy impresionados por la serpiente, y durante el resto de la cena, esta pasó de mano en mano. Era amigable y muy linda, y recibió una buena cantidad de carnes de todo tipo en recompensa. Cuando terminó la cena, Sarah vio con desilucion como los perfectos de Slytherin llamaban a su casa para dirigirse a las habitaciones. Miró a los otros cuatro con un poco de tristeza, y ante esto Remus trato de animarla:

- Mañana nos vemos de vuelta en el desayuno.

Sarah sonrió y se despidió con la mano. Los cuatro chicos la miraron alejarse, pensando que era una chica rara, y que les caía bien, sin saber lo mucho que iba a cambiar su historia gracias a ella.

Serpiente BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora