Serpiente Blanca

Capitulo 2

- Sarah!!!- llamó Sirius a la rubia, estirando la mano para que lo viera. Ella se acercó con una sonrisa a la mesa de gryffindor y deposito su mochila junto a Remus, y en frente a Sirius y James.

Hace ya tres días que habian empezado las clases, y ver a Sarah con el grupo se empezaba a volver normal.

- Que vamos a hacer hoy?- preguntó a penas se sento, mientras se servia una buena porcion de tarta de manzana.

- Podemos ir al campo de quidditch y jugar un poco... - propuso James - SARAH, quiero retarte!!!!!- agregó.

- Podriamos también ir a explorar las cocinas- propuso Sirius - Jake Finnigan, el de sexto, me contó que él vio una vez a un profesor entrar, y que habia elfos domesticos!!

- Podriamos hacer ambas cosas- propuso Sarah entuciasmada, metiendose un pedazo enorme de tarta de manzana, y dándole algo de tocino a Lune.

- Tendríamos que terminar el trabajo que mandó Flitwick sobre la animalizacion de un objeto - dijo seriamente Remus.

- Reeeeeemuuuuuuusss- se quejaron los otros tres.

- No quiero volver a salvarles el pellejo con las entregas finales- se quejó.

- Hagamos una cosa- propuso Sarah, sirviendose más tarta de manzana - terminemos las clases, y hacemos algun trabajo. Después podemos ir a las cocinas.

- Y el quidditch???- se quejó James

- No nos queda tiempo, cabezota - replicó Sirius. James le despeino la negra cabellera y lo golpeó un poco en venganza. Luego los cuatro se levantaron.

- Cual es tu proxima clase, Sarah?- preguntó James.

- Tengo Pociones

- Vos tenes con la profesora Blewett, verdad??- preguntó Remus, mientras caminaban.

- Si, ella es la jefa de Slytherin también...

- Y cómo es? Porque nosotros tenemos la primera clase mañana...

- A quien le importa Remus??- protestó Sirius mientras saltaba al lado del aludido, golpeandolo un poco.- Si no nos apuramos a las mazmorras, no vamos a llegar despues a Encantamientos, y McGonagall nos va a matar...

- EL ULTIMO EN LLEGAR ME DEBE UNA RANA DE CHOCOLATE- gritó Sarah mientras salia corriendo hacia las mazmorras. El resto la siguió, corriendo y empujandose por los pasillos. Llegaron unos 15 minutos antes a la clase, con Sirius último porque James le había dado un empujón que lo hizo perder en el último momento.

- Nos vemos!- los saludo Sarah, y se metió en las mazmorras.

. . .

- Sarah! Te podras quedar un rato...? Me gustaria hablarte - la llamó Blewett después de la clase. Habian estudiado los ingredientes caracteristicos de las pociones de tamaño, y Sarah era muy buena en ello. Parecia tener una capacidad especial, y era muy intuitiva.

- Eeee? Uffaaa, quiero ir a buscar a mis amigos... - se quejó sin escrúpulos. Dos chicas que salian la miraron como si estuviera loca.

- Bueno, te acompaño, donde estan tus amigos?- contestó la profesora con una sonrisa.

- En la sala de Encantamientos.

Ambas se dirigieron hacia alli, y la más joven aprovechó para mirar más detenidamente a Blewett. Era una mujer joven en sus 30, de largo pelo negro ondulado y ojos verde celestoso. Tenia ese tipo de belleza que no se quita con la edad, y que era resaltada por una agradable combinacion de pollera y capa negras, y blusa verde oscuro.

- Bueno, te queria hablar porque vi que no soles estar mucho con los de tu casa...- Sarah fruncio el entrecejo, esperando una reprimenda "amistosa" por su falta de compromiso hacia su casa-. Comes en la mesa de Gryffindor, y no vas a la sala comun hasta la hora de dormir...

- Si, y?

- Se que tus compañeras de cuarto no te quieren especialmente...

Lo cierto es que sus compañeras no la querian mucho. Ella era desordenada, poco prolija y gritona. No era para nadisima una "señorita", y encima se juntaba con los de gryffindor.

- Pensé que tal vez, te gustaria tener tu propio espacio. Ya que la sala no parece gustarte para nada, y tu cuarto tampoco...

Podra parecer un acto extremadamente amable por parte de una profesora hacia una simple alumna, pero lo cierto es que en verdad, ella no queria perder la capacidad de Sarah. Aunque casi nadie lo sabe, existe una forma de cambiar de casa: si el alumno pide que se lo cambie, el sombrero seleccionador elige la siguiente casa que le parezca apropiada. Por supuesto, tiene que haber un motivo lógico, como por ejemplo, bullyng.
Lo cierto es que Blewett había notado la capacidad de Sarah, y consideraba prudente mantenerla en Slytherin, ya que aunque no generara puntos a su casa, aunque sea no lo hacía tampoco a una contraria.

- Que tipo de lugar??- preguntó interesada la rubia.

- Hoy a las 8:30, esperame en la sala y te lo muestro- sonrió la profesora, y luego se fue.

Luego de eso Sarah volvió con los chicos. Ellos la recibieron con una discusión: Remus decia que James no seguía el procedimiento adecuado para un encantamiento, y que por lo tanto estaba mal. Pero James decia que el proposito (abrir una cerradura) se cumplía.

En su vida James volvio a pronunciar "alohomora".

Sarah se burló de los dos y lideró la caravana hacia la siguiente clase, que por suerte, compartían.

. . .

- Hola! - saludó Blewett a Sarah con una sonrisa. Venia caminando por el pasillo a la hora estipulada, y la encontró a Sarah en la puerta de la casa, entretenida acariciando y alimentando su serpiente.

- Vamos?- propuso la pelinegra.

Ambas entraron en la sala, y luego de los tipicos saludos a los estudiantes, Blewett se encaminó hacia los baños. Justo en el medio de la entrada a estos había un cuadro con el escudo de Slytherin. Entonces, la profesora susurró un "yo, Diana Blewett te ordeno abrirte". El cuadro se abrió, y ambas pasaron.

Cuando entraron Sarah pudo ver una habitacion pequeña, con una enorme ventana en el centro de un techo partido en dos. La venta daba al lago, y despedía un agradable color verde acuoso. Al lado de la ventana había una vieja cama, bastante sucia y sin cortina. Habia un placard en la pared opuesta a la cama, y ub escritorio en la opuesta a la ventana, al lado de la puerta. Por ultimo habia un sillón en una esquina, y una lampara de pie al lado del escritorio. Todo estaba tapizado con una capa de polvo y era bastante viejo, pero a Sarah le pareció perfecto.

Si, ese iba a ser SU cuarto.