Dulce Aroma (Bakudeku/omegaverse)

Capítulo 2

||<~En el reino~>||

Media hora después el joven peliverde al fin iba llegando al reino pasando por un arco enorme de mármol que era la entrada del reino, en dicho arco se podía leer en grande la palabra "Ignis" haciendo que el menor suspire con pesadez ante el terrible calor que hacía, aunque parecía que era el único que lo sentía pues los demás pueblerinos caminaban como si nada, aunque era de esperarse al final ellos habían crecido ahí mientras que el peliverde estaba acostumbrado al frío y húmedo ambiente del bosque

—Que calor...—susurra mientras se baja de su caballo que también se veía igual de agotado que su dueño—pobre de mi principe, vienes igual de acalorado que yo...

Menciona mientras acaricia la cabeza del animal que recibía gustoso las muestras de afecto

—Regresando al bosque te prometo que te daré muchas manzanas si aguantas conmigo este horrible calor ¿sí?

Negocia con el animal que parecía entenderle pues relinchaba y daba pequeños golpes en el suelo con su pata izquierda delantera

—perfecto, ahora solo vamos a entregar las cosas y por el encargo de mamá para que nos vayamos pronto

Le sonríe levemente y lo agarra de la cuerda para guiarlo por el mercado del lugar viendo con algo de curiosidad lo que vendían, hace tanto que no venía

—mira príncipe, manzanas ¿Quieres una?

Le pregunta al caballo al ver un puesto de manzanas grandes y rojas recibiendo como respuesta un empujón por parte del caballo

Una pequeña risa escapo de sus labios ante la afirmacion de su amigo— esta bien esta bien—sonríe y se acerca al puesto siendo seguido por el caballo

—¿cuanto seria de estas tres manzanas?—Interroga mostrandole las manzanas a la mercadera

—Tres monedas de plata

Responde de mala manera la mujer que trataba de ver mejor al encapuchado que solo asientio y saco de su pequeño morral una bolsita de donde saca las monedas de plata y le paga

—Gracias—agradece para después voltear a ver a su caballo y acercarle la manzana para que se la coma, la cual recibe muy gustoso—Ahora si vámonos

Guarda las otras manzanas en una bolsa que traía el caballo colgada a un lado y  vuelve a caminar hacia el castillo siendo observados por varios habitantes del reino que trataban de reconocer al extraño encapuchado que los pasaba de largo como si no existieran.

Después de varios minutos de caminar al fin habían llegado al enorme castillo donde fue recibido por los guardias

Guardia: ¿Quién es usted y que busca aquí?— pregunta un guardia de cabello negro y ojos del mismo tono que veía con desconfianza al recien llegado

—Buenas tardes, soy el hijo de la señora Inko Midoriya y traigo un encargo para la Reina Mitsuki

Guardia: ¿De que reino viene?

—Oh, yo no vengo de ningún reino, su majestad ya lo sabe ¿sería tan amable de permitirme pasar?

Guardia: espere aquí... ¡Mina!—grita el guardia haciendo que una chica de cabello rosa y ojos negros se acerque