El Síndrome de Estocolmo se presenta ante una situación de secuestro, durante y hasta después del mismo, es un trastorno emocional transitorio, en el que la persona retenida contra su voluntad desarrolla un sentimiento de gratitud, una relación de c...
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Aquella chica, sumida en sus pensamientos abrió la app de su teléfono. —Spree...— suspiró ella con cansancio.
Buscó un viaje algo económico, 6 dólares fue el precio más bajo que encontró. — Qué. ¿6 malditos dólares el viaje? Supongo que el conductor regala droga en el camino o alguna mierda de esas. — Suspiró y se sentó en un banco que estaba por ahí mientras subía algunos tweets.
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Un auto se estacionó a pocos metros de ella y se bajó la ventana del copiloto dejando ver a un chico que parecía de su edad.
— Edén...— dijo mirando la pantalla de su móvil. Deslizó sus lentes de sol por el puente de su nariz y observó a la chica que ya estaba mirándolo.
— Sí, esa soy yo.— lo vió con una media sonrisa que se desvaneció al instante. — ¿No crees que tardaste un poquito mucho? 15 minutos se me hicieron una eternidad.
— Si, sobre eso. Me tardé un poco por unos pasajeros un poco molestos, lo siento. — el colocó sus lentes correctamente y abrió la puerta con una sonrisa para que la chica pudiera entrar.
— Bueno, vámonos ya que estoy llegando tarde.— Ella subió y cerró la puerta mirando el auto bien cuidado.
— ¡Enseguida! Si tienes sed tengo agua para ofrecerte. Es gratis por la espera.— el señaló los asientos con las botellas de agua.
«Su tono de voz fue tan pacífico que me dieron ganas de tomar todas las aguas que estaban allí.»
— Gracias, pero tengo mi propia agua. No sé sabe que clase de -psicópata- anda por ahí en estos días. Sin ofenderte. — Ella sonrió por el espejo retrovisor y sacó su propia botella de agua.
Kurt miro todas las cámaras disimuladamente sonriendo, ya sabia como terminaría.
[...]
EDEN'S
Tras unos buenos minutos de camino, y unas cuantas miradas de reojo por parte del conductor, por fin se dignó a hablar.
— "Edeni’s." ¿Eres tú verdad? la famosa influencer... — Saqué mis narices de la pantalla de mi teléfono para mirarlo por el pequeño espejo del auto.
— Uhm... Sí, soy yo. — hablé sin ánimos.
— ¡Lo sabía! Te reconocí de inmediato, no podría olvidar una cara bonita como la tuya. — El me sonrió y siguió mirando el camino pensativo.
«Si, me sonroje un poco, poquito.»
—Ehm, ¿podrías etiquetarme en alguna historia o publicación que hagas? Mi nombre es kurtsworld96, también podrías ponerme 5 estrellas en -spree-, si no es mucha molestia. — Habló tan rápido que entendí la mitad, logró enfadarme un poco porque solo le interesó la promoción.
— ¡Claro, obvio, si! ¿Desea algo más mi querido amo, o desea también un masaje en sus pies? — comenté sarcástica rodando los ojos y volviendo a mi teléfono.
— Lo siento, quiero ser alguien famoso como mi amigo bobby. Me comparó desde que nos conocimos, debería ser como él. Sin sus menciones en su canal no soy nada. — Su voz se apagó con su frase y logro conmoverme un poco.
— Está bien, te etiquetare solo por esa mediocre historia de tu vida de influencer, Kurt. — Subí algo por Twitter, y le sonreí insignificante.
El me devolvió una sonrisa que me hizo arrepentir un poco por las palabras que dije anteriormente.
— Espero estés satisfecho, te mencioné en varias redes sociales y te dejé una excelente calificación en Spree.
— Muchas gracias, prometo que te daré un viaje que nunca olvidarás. — arqueé un poco mis cejas por sus palabras, tenían demasiados sentidos pero yo no tenía ganas de pensar.
Unos minutos después, el conductor se desvío del camino el cuál era el único que conocía. Me preocupé un poco, ya que nunca se puede confiar en nadie.
— Estamos tardando demasiado, me duele la cabeza y no conozco este camino. — musite masajeando mi entreceja con molestia.
— No tienes porqué preocuparte, es un atajo por el tráfico. Si te duele demasiado la cabeza puedes tomar las aguas que te ofrecí anteriormente. — Y seguía insistiendo con sus bebidas. Seguí en mis pensamientos mientras me recosté mirando con detenimiento el auto.
— Hey, si no es molestia. ¿Me explicarás por qué mierda hay tantas cámaras en tu auto? — miré a mi al rededor y fijé mi vista en una de ellas.
— Oh, sobre eso. Es por seguridad, no se sabe que clase de -psicópata- anda por ahí estos días. — Habló imitando mi frase anterior, entonces, pude notar que le había molestado mi comentario.
Aunque...creo que hay uno a bordo.
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Holaa volví. Tal vez edite esta parte como 10 veces y nunca me cansaría porque siempre cambio mi manera de escribir.
También, me dí cuenta, de que casi todas las historias tienen a su protagonista o la famosa T/N como una influencer. No sé si cambiar su profesión seguramente no lo haga, ya que fuí (sin presumir) la segunda persona en publicar una historia sobre nuestro amado Kurt kunkle. Y no es por ofender a nadie.
Voy a actualizar muyyyy lento, tengo bloqueo de escritora y me estoy frustrando demasiado.
