Entre tú y ella

Hasta la raíz (capítulo especial)

La distancia física entre mi hermano y yo solo hizo que nos alejáramos aún más, de tal forma que hacía que olvidara que tenía un hermano.

Poco sabía de mí tanto como yo de él, me marcaba muy de vez en cuando para asegurarse que aun respirara o algún otro tipo de asunto urgente, la llamada obligada por nuestros respectivos cumpleaños y las fiestas familiares.

El resto del año éramos un fantasma en la vida de cada uno, me sorprendió cuando llamó en pleno junio para invitarme a su boda, no sabía ni siquiera que se había comprometido.

Supuse que era el mejor momento para presentar a Aim que poco le había hablado de ella y apenas y se conocieron durante mi graduación.

Era la primera vez que realizaba un viaje, dadas las circunstancias nunca pudimos salir de vacaciones y menos en avión como lo haría, lo más increíble de todo es que sería un viaje costeado por mí mismo, nunca creí que podría llegar a este punto y me sentí tan orgulloso cuando rechacé la oferta de mi hermano de pagarme el boleto, para fortuna de ambos ya podía valerme por mí mismo en todos los aspectos.

La boda fue bastante sencilla, Cata, su esposa, resultó ser encantadora, me dio cierta tranquilidad ver como Sergio al fin hacia su vida haciendo lo que le diera en gana, sin preocuparse por nadie, podía notarlo más feliz, en definitiva, el que se haya ido fue el verdadero cambio positivo que esperábamos desde que nos mudamos.

Aim se hizo muy cercana a Cata, aunque la notaba muy forzada, sabía que ese ambiente estaba a años luz de lo que ella estaba acostumbrada, fue la primera vez que una actitud suya me molestó, pero traté de entenderla y lo dejé pasar.

Aunque en esa boda podría considerarse como que yo era parte esencial, por ser hermano del novio y padrino, a decir verdad, casi fui como un adorno más del bonito salón.

No se me daban los eventos, y con la poca interacción que habíamos tenido en los últimos años, era casi más como si hubiera invitado a un completo desconocido.

Cata trató de hacerme parte sin mucho éxito, pero me hizo sentir agradecido que intentara hacerme parte de su nueva familia.

Poco después de su boda me comprometí con Aim, no sabía si era algo que deseara realmente, no me sentía a la altura de ser su esposo pero muchas circunstancias nos llevaron hasta ese punto, quizás no había sido algo que estuviera en mis planes pero el hecho de casarme con ella me aseguraba aún más que Aim estaría siempre conmigo, y eso me daba paz y tranquilidad, algo que no había sentido en los últimos años, no volvería a estar solo si la tenia a ella a mi lado. Creí que este sentimiento era lo que llaman amor, pero aun me quedaba un largo camino para entender el verdadero significado.